La abundancia de lluvias y en consecuencia el aumento de la vegetación favorece la proliferación de garrapatas, sobre todo en los entornos rurales. Así lo han señalado recientemente desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla). Con este mensaje pretenden alertar sobre posibles plagas de garrapatas durante el verano, que también podrían estar presente en las ciudades, ya que pueden trasladarse fácilmente a través de las mascotas o incluso de las propias personas.
Los expertos recuerdan que las garrapatas pueden ser vectores de múltiples enfermedades. Por ejemplo, pueden transmitir patologías graves como la enfermedad de Lyme o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Sin ir más lejos, el año pasado la Comunidad de Madrid puso en marcha una campaña de información con recomendaciones sanitarias para prevenir posibles complicaciones por la picadura del parásito.
Algunas comunidades mantienen campañas de información con recomendaciones sanitarias para prevenir enfermedades ante posibles picaduras de garrapatas
Un estudio del propio Ministerio de Sanidad y cuatro comunidades autónomas detectó entonces la presencia de garrapatas infectadas por el virus que causa la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo hasta en siete zonas muestreadas del país.
Un año antes, en 2016, se detectaron los dos primeros casos en España de esta enfermedad. Uno de ellos murió por este motivo. Las garrapatas son artrópodos, es decir parásitos, que se alimentan de sangre y actúan como vector transmitiendo enfermedades. Las más frecuentes en España son las de origen bacteriano, como la enfermedad de Lyme o la tularemia, por rikettsias, las parasitarias como la babesiosis, y en mucho menor medida las de origen vírico, como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.