La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), que integra a más de 1.200 médicos, enfermeras, investigadores básicos y otros profesionales sanitarios dedicados a la investigación y la atención de personas con enfermedades hepáticas en España, ha presentado este martes su propuesta de “Plan Nacional de Salud Hepática: Reto 2032”, con la que pretende dar respuesta a la escalada de las patologías hepáticas crónicas. Y es que uno de cada cinco españoles se encuentra en riesgo de padecer una enfermedad del hígado y las patologías relacionadas con este órgano representan ya la tercera causa de muerte prematura en España.
Además, son la segunda causa de años de vida laboral perdidos, solo por detrás de las enfermedades cardiovasculares, “y el problema es que siguen una tendencia al alza imparable, pues se relacionan con hábitos y estilos de vida poco saludables que van en aumento en nuestra sociedad, como son el abuso en el consumo de alcohol, una dieta poco saludable o el sedentarismo,”, ha explicado el presidente de la AEEH, el Dr. Manuel Romero (H.U. Virgen del Rocío), en una Mesa Redonda en la que también han participado la Dra. Rocío Aller, secretaria de la AEEH (H.U. Valladolid); el Dr. José Luis Calleja (H.U. Puerta de Hierro); el Dr. Javier Crespo (H.U. Marqués de Valdecilla) y la presidenta de la FNETH (Federación Nacional de Trasplantados Hepáticos), Eva Pérez Bech.
En España, las enfermedades hepáticas son la tercera causa de muerte prematura
La preocupación de los especialistas es, tanto la creciente prevalencia de la enfermedad, conocida como "hígado graso" (esteatosis hepática metabólica), ligada a la obesidad y diabetes tipo 2, como la de la enfermedad hepática relacionada con el consumo de alcohol. La primera es la patología hepática más común en nuestro país (se estima que afecta a tres de cada diez españoles), y ambas han desplazado a las hepatitis virales como principal causa de cirrosis, cáncer de hígado e indicación de trasplante, con la particularidad además de que la incidencia de estas dos patologías avanza de forma imparable, afectando a personas de edades cada vez mas tempranas.
El Plan pone por ello el foco en la prevención y en la detección precoz. Para lo primero, establece el objetivo fundamental de incidir en el cambio en los estilos de vida y comportamientos que están detrás del incremento de las enfermedades hepáticas no víricas. En particular, considera imprescindible abordar de forma muy seria el consumo de alcohol a edades cada vez más tempranas, pues es ya la primera causa de desarrollo de cirrosis y de necesidad de trasplante hepático, además de que está detrás, directa o indirectamente, de más del 50% de los cánceres de hígado.
Igualmente, estima imprescindible intervenciones decididas en prevención de la obesidad, que está detrás de la progresión del hígado graso, que afecta ya a más de 10 millones de españoles, de los que cerca de 2 millones presentarían inflamación del hígado (esteatohepatitis) y, de ellos, 400.0000, presentarían ya una cirrosis hepática. “La mayoría de las enfermedades del hígado pueden prevenirse y para lograrlo hay que aumentar el nivel de conocimiento de la población, particularmente de los jóvenes, sobre los factores que ponen en riesgo la salud de su hígado, de los problemas a los que se exponen y de cómo evitarlos”, ha afirmado la Dra. Rocío Aller.
"Las patologías del hígado son enfermedades silentes: sus síntomas son inespecíficos y no se manifiestan hasta que el hígado presenta un daño elevado”
En relación con la detección precoz, “la gran dificultad es que las patologías del hígado son enfermedades silentes: sus síntomas son inespecíficos y no se manifiestan hasta que el hígado presenta un daño elevado”, ha expuesto el Dr. José Luis Calleja, que ha resaltado que “su diagnóstico temprano es fundamental para diseñar intervenciones que cambien completamente el pronóstico de la enfermedad”. Así, por ejemplo, el cambio en la dieta y la actividad física dirigida en pacientes con enfermedad hepática metabólica permite revertir la enfermedad en más del 80% de los casos. Igualmente, el cese de consumo de alcohol puede contrarrestar los efectos de la enfermedad hepática en la mayoría de los casos y mejorar el pronóstico significativamente. “¡Y por todo ello, el Plan incide en la necesidad de hacer un cribado de enfermedad hepática en todas las personas que presentan factores de riesgo como diabetes, obesidad o abuso en el consumo de alcohol!”
Aunque hígado graso y enfermedades hepáticas asociadas al consumo de alcohol son las patologías en claro crecimiento, el Plan no se olvida de las hepatitis virales, a las que considera “un desafío no resuelto”, especialmente en el caso de la hepatitis C, donde España es ya el país del mundo que más pacientes ha tratado y curado por millón de población y está cerca de hacer historia si logra la eliminación de esta infección viral crónica. Para lograr este objetivo sería crucial mejorar el diagnóstico y tratamiento de las poblaciones vulnerables (que concentran la mayor parte de infecciones) e, igualmente, avanzar en el cribado oportunista en la población general. “La prueba de la hepatitis c es extraordinariamente sencilla y barata, por lo que estimamos que al menos una vez en la vida debería realizarse a todas las personas”, ha sostenido el Dr. Javier Crespo.
“El diagnóstico temprano es fundamental para diseñar intervenciones que cambien completamente el pronóstico de la enfermedad”
Finalmente, el Plan también se ocupa de las llamadas enfermedades hepáticas minoritarias (clasificadas en tres grupos: autoinmunes, tóxico-metabólicas y vasculares-hepáticas), incidiendo en la importancia que debe tener la medicina de precisión para una mejor caracterización de las mismas y posibilitar así una mejor atención y práctica clínica con los pacientes.
En total y para mejorar el abordaje de todas estas patologías hepáticas, el Plan identifica un total de 15 objetivos estratégicos y 53 líneas de acción, clasificados en tres grandes áreas de actuación: prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento. Más de 60 expertos han trabajado en este documento que ha contado con la colaboración de AbbVie y AstraZeneca y el apoyo técnico de Ernest&Young. Igualmente, el Plan ha contado con la participación activa de los pacientes, como ha explicado la presidenta de la FNETH.