La AESA y el ECDC han retirado formalmente el Protocolo de Seguridad Sanitaria en la Aviación. La medida, establecida durante los periodos de alta circulación del coronavirus durante la pandemia, ha sido retirada, según la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), debido a las tendencias "decrecientes o estables" observadas en los indicadores de Covid-19 en Europa desde marzo de 2023.
La publicación del protocolo en mayo de 2020, y sus posteriores actualizaciones, promovió un enfoque armonizado sobre las medidas que debían aplicarse por parte de las aerolíneas y los pasajeros de la aviación, y tuvo como objetivo reducir la perturbación de las operaciones, garantizando al mismo tiempo "un nivel uniforme de seguridad sanitaria para la población europea, sin poner en peligro la seguridad de los vuelos".
La AESA y el ECDC firmarán en los próximos meses un Memorando de Entendimiento que permitirá a ambas agencias colaborar para "evitar que se produzcan situaciones similares en el futuro"
Pese a la retirada de este protocolo, la AESA y el ECDC han defendido "el valor" de estas medidas a lo largo de la pandemia, y han instado a utilizarlas "siempre que se considere necesario, especialmente en entornos interiores abarrotados, con especial atención a la ventilación adecuada, las medidas de higiene y el protocolo respiratorio, incluido el uso de mascarillas para cualquier persona con síntomas de infección respiratoria y para las personas con factores de riesgo de enfermedad vírica respiratoria grave, especialmente durante los periodos de alta prevalencia de infección vírica respiratoria".
La AESA y el ECDC firmarán en los próximos meses un Memorando de Entendimiento que permitirá a ambas agencias colaborar "más estrechamente", aplicando las lecciones aprendidas durante la pandemia de Covid-19, para "evitar en la medida de lo posible que se produzcan situaciones similares en el futuro".
Además, la AESA ha iniciado un programa de investigación con el apoyo de la Comisión Europea, que dará lugar a una licitación en los próximos meses, con el objetivo de identificar nuevas tecnologías que mejoren aún más la seguridad sanitaria de los pasajeros y la tripulación y reduzcan el ya bajo riesgo de contagio durante los viajes aéreos.