Los niñosy adolescentes españoles de entre 9 y 17 años son más sedentarios que las generaciones anteriores, debido, entre otras razones, al mayor nivel de urbanización y mecanización y al largo tiempo que pasan ante la pantalla del televisor o del ordenador. Los pediatras advierten de que esta problemática se ha agravado durante y después del confinamiento por la pandemia de la COVID-19, lo que ha provocado un exceso en la ganancia energética que se traduce en un gradual y consistente aumento de peso.
Es por ello que, coincidiendo con el Día Mundial de la Actividad Física, que se celebra el 6 de abril, el Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha querido destacar algunos datos relevantes al respecto y recordar las recomendaciones recogidas en el documento de 'Consejos sobre actividad física para niños y adolescentes' donde los pediatras, de forma conjunta con los licenciados en Educación Física y en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, dan pautas generales a las familias para fomentar la actividad física en la población de entre 5 y 17 años.
El hábito que más ha cambiado en los últimos años es la realización de ejercicio físico, que en niños y adolescentes debe ser al menos de 60 minutos diarios y de una intensidad moderada/alta
El hábito que más ha cambiado en los últimos años es la realización de ejercicio físico, que en niños y adolescentes debe ser al menos de 60 minutos diarios y de una intensidad moderada/alta. Este ha sido reemplazado por un exceso de ocio sedentario, vinculado a las nuevas tecnologías y a condicionantes socioculturales.
El entorno ambiental y social nos invita al sedentarismo y nos aleja de las actividades aeróbicas en espacios abiertos. Existen pocas áreas de juego en las ciudades y falta de instalaciones en los centros escolares para la práctica de actividad física.
En la última Encuesta de Salud de España, publicada recientemente por el Ministerio de Sanidad, la cifra de niños entre 5 y 14 años que no realizan ninguna actividad física es del 12% (8% en varones y 16% en mujeres); y entre los 15 y los 24 años, un 45% no realiza nada o muy escasa actividad.
La práctica de ejercicio físico debe ser incorporada a la vida cotidiana como un estilo de vida saludable que es recomendable adquirir desde la infancia, al igual que la higiene, la seguridad o el estudio.
La práctica de ejercicio físico debe ser incorporada a la vida cotidiana como un estilo de vida saludable que es recomendable adquirir desde la infancia, al igual que la higiene, la seguridad o el estudio
Aumentar la práctica de actividad física mediante las actividades extraescolares dirigidas por especialistas e informar de posibilidades de práctica física en el entorno próximo son una buena oportunidad para hacerlo.
Los hábitos que se adquieren durante ciertos periodos de la vida se mantienen fácilmente a posteriori y se echan de menos cuando faltan o no se pueden realizar.
La actividad física es fundamental en la prevención de la obesidad infantil y el ejemplo de los padres con respecto a los hábitos saludables resulta de inspiración para los niños y adolescentes.