Desde que se comenzara con el plan de vacunación contra la Covid-19, los expertos han insistido en que los pacientes con cáncer cuyo sistema inmunológico está comprometido, podrían necesitar una tercera dosis de refuerzo de la vacuna.
Ahora, un estudio del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, EEUU, ha evidenciado que los pacientes con cáncer tienen una protección inmunológica insuficiente para hacer frente a los virus del sarampión y las paperas. Los grupos más afectados, según el estudio, serían los adultos jóvenes y los receptores de trasplantes de médula ósea.
Este avance “enfatiza la necesidad de aumentar la inmunidad a nivel comunitario, particularmente entre los trabajadores de la salud o los cuidadores que tienen contacto frecuente con pacientes con cáncer, a fin de proteger a esta población vulnerable”, apostilla una de las coautoras del estudio, Elizabeth Krantz.
La investigación analizó los resultados de anticuerpos de más de 950 pacientes del centro y encontraron que alrededor del 25% no tenían los anticuerpos protectores adecuados para el virus del sarampión y un 38% carecía de ellos frente al de las paperas.
Un posible brote de estos virus, mucho más contagiosos que el SARS-CoV-2, supondría una grave amenaza para los pacientes con cáncer
Estos porcentajes variaban según la edad y tipo de cáncer, ya que "debido a que los cánceres de tumores sólidos son más frecuentes en la gente mayor, los pacientes más jóvenes que hemos estudiado tenían más probabilidad de desarrollar neoplasias malignas hematológicas”.
Este tipo de cánceres es el que presenta las tasas más bajas de protección de anticuerpos. “El análisis exhaustivo de los datos sugirió que tanto la edad como el tipo de cáncer son probablemente factores importantes en la inmunidad contra el sarampión y las paperas”, sostiene Krantz.
Las vacunas – una vez más – han demostrado su eficacia controlando los brotes de sarampión y paperas. Sin embargo, la Covid-19 ha supuesto una ralentización de este proceso de vacunación. Además, las tasas de vacunación a niños se ha reducido en algunas partes de Estados Unidos, lo que se traduce en que un posible brote de estos virus, mucho más contagiosos que el SARS-CoV-2, supondría una grave amenaza para los pacientes con cáncer.
“La gente ha dejado de ir a las citas médicas y hemos dejado de enviar a personal sanitario a las zonas rurales para vacunar a los niños. Mi preocupación es que ocurran brotes de sarampión en todo el mundo, pues no nos hemos fijado en esto o no hemos invertido recursos en ello”, añade al respecto el especialista en enfermedades infecciosas del Fred Hutch y coautor del estudio, el Dr. Steve Pergam. “Los brotes de paperas y sarampión son un fenómeno que potencialmente ocurrirá en el futuro si no nos ponemos al día con las vacunas”, añade el experto.