La Comisión Mixta para el Estudio de los Problemas de las Adicciones del Congreso de los Diputados aprobó hace un mes una proposición no de ley (PNL) del PSOE por la que se instaba al Gobierno a estudiar la adicción al sexo, “su prevalencia, los factores asociados, su prevención y su tratamiento”. Tal y como explica el Dr. Ricardo Hodann, psicólogo clínico del Centro de Adicciones Comportamentales (AdCom) del Hospital Gregorio Marañón a Consalud.es, “todavía existe mucha incertidumbre sobre la prevalencia, los factores de riesgo o el perfil de las personas a los que afecta”.
El principal problema que se afronta con la adicción al sexo es que existe una falta de definición de esta realidad. En 2018, con la nueva clasificación de enfermedades y trastornos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sistema de codificación CIE-11, se definió el trastorno de conducta sexual compulsiva como trastorno del control de impulsos. Este trastorno, sin embargo, es muy complejo, y todavía no se ha conseguido establecer una definición completa. Existe una diversa variedad de conducta sexual, como adictos a la pornografía, los que acuden a la prostitución, chat de citas o sexo ocasional. “Este panorama complejiza la investigación”, indica el Dr. Hodann.
Dr. Hodann: "Se ha estudiado la relación de la adicción al sexo con la pornografía, cuyo consumo es muy alto debido a su accesibilidad, a su asequibilidad y a su anonimato”
Cuatro décadas de investigaciones esporádicas no han conseguido resolver parte de estas dudas. Ni siquiera el 'Informe sobre Trastorno Comportamentales' realizado cada año por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones lo contempla como una de estas problemáticas, y en nuestro país se desconoce a cuántas personas afecta. Según diferentes estudios de prevalencia, señala el Dr. Hodann, actualmente en la sociedad el 7% de los hombres tendrían una adicción al sexo, el 2-3% de las mujeres también.
La diferencia entre sexos no está explicada, aunque son varios los factores que influyen en esta situación. Factores biológicos, sociales y psicológicos tienen un papel en el desarrollo de este trastorno. “En algunos casos la adicción al sexo tiene que ver con un afrontamiento del malestar”, explica el experto, quien añade: “También se ha estudiado la relación con la pornografía, cuyo consumo es muy alto debido a su accesibilidad, a su asequibilidad y a su anonimato”.
Estos factores, a su vez, han ayudado a conocer cómo abordar esta patología. Por ejemplo, algunos investigadores señalan unos procesos y consecuencias derivadas semejantes al de las adicciones a sustancias. Esta línea, de la que apenas hay investigación, es la que está utilizándose para crear estrategias para abordar a los pacientes de forma que a los drogadictos o alcohólicos. Es el abordaje que realizan, por ejemplo, en el Hospital Gregorio Marañón.
ABORDAJE DE ESTA ADICCIÓN
El AdCom nació el año pasado como el primer centro público que da respuesta las adicciones al juego de apuestas, videojuegos, sexo, compras compulsivas y redes sociales. Lo primero que quisieron era conocer si habría demanda, y la realidad es que fue más de la esperada, suponen que por ser el único centro público. La mayoría de los pacientes que acuden por problemas con su comportamiento hacia el sexo tienen adicción a la pornografía. “Como cualquier adicción no pueden controlarlo y se pasan 10, 12 o 15 horas visualizando este contenido”, manifiesta a este medio la Dra. Marisol Roncero, psiquiatra del AdCom del Gregorio Marañón.
Atender a estos pacientes supone también trabajar los problemas psicológicos que tienen asociados. Estos problemas pueden ser factores de riesgo que derivan en la adicción al sexo como un síntoma más o que pueden ser comorbilidades ligadas a esta conducta. Suelen estar presentes en la mayoría de estas personas. Los investigadores han visto que en muchos casos los pacientes no regulan bien sus emociones y el 70% tendría algunas de las conocidas como comorbolidad en Eje 1.
Estas son, recoge un estudio publicado en los Cuaderno de Medicina Psicosomática y Psiquiatría de Enlace de la ‘Revista Iberoamericana de Psicosomática’, el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (el 44% de los pacientes recogidos en el estudio), Trastorno Obsesivo Compulsivo (23%), Trastorno Depresivo (12%) y Trastorno de Ansiedad (9%). Este informe recoge que solo el 3,6% de los individuos analizados no tenían diagnóstico de comorbilidades.
Dra. Roncero: “El abordaje es individualizado, y se trata tanto el control sobre el trastorno como otros problemas que tengan como depresión o ansiedad”
Para tratar a estos pacientes, tan complejos, se trabaja con tratamientos combinados psicológicos y psicofármacos. En el AdCom, por ejemplo, se cuenta con un psicólogo y un psiquiatra que entre ambos abordan al paciente. El primero utiliza principalmente terapia cognitivo-conductual, también trabaja la psicoeducación, la terapia en grupo y aporta herramientas para afrontar los impulsos y evitar recaídas.
Algunos pacientes tienen que recibir un tratamiento combinado de terapia psicológica y farmacológica. “Si con las técnicas cognitivo-conductuales no consiguen controlarse, se puede administrar fármacos que reduzcan el deseo sexual, aunque no hay nada específico para estos pacientes”, indica la Dra. Roncero. “El abordaje es individualizado, y se trata tanto el control sobre el trastorno como otros problemas que tengan como depresión o ansiedad".
En los últimos años ha aumentado el conocimiento, y aunque la investigación sigue siendo poca, cada vez hay más. “Se está estudiando mucho sobre la prevalencia y los factores relacionados con este campo”, indica la psiquiatra. Un cambio de paradigma sobre la adicción al sexo que poco a poco está permitiendo mejorar el abordaje de estos pacientes, que hasta ahora no tenían ningún servicio público, y muy pocos privados, que les dieran soluciones. “Ahora estamos demostrando que con un tratamiento correcto la adicción al sexo tiene solución”, concluye el Dr. Hodann.