El verano es sinónimo de vacaciones, relax y desconexión para muchos, pero algunos lo llevan hasta el extremo de ‘desconectar’ de sus propios tratamientos médicos. La falta de adherencia a las terapias se ha convertido en un problema de salud pública en general, pero que aumenta en gran medida durante el periodo de vacaciones. El problema de esta situación, que es independiente del tratamiento o de las condiciones psicosociales de los pacientes, radica en que la falta de adherencia disminuye la efectividad de los tratamientos.
Las rutinas diarias en esta época pueden alterarse, pudiendo afectar a la toma de medicamentos en horarios específicos. Ante esto, es importante planificar y recordar tomar los fármacos incluso cuando los pacientes están fuera de casa. Además, las condiciones climáticas, con temperaturas extremas, pueden afectar a la estabilidad de determinados medicamentos, por lo que deben mantenerse en condiciones de protección. El periodo veraniego puede ser crítico, favoreciendo en gran medida la disminución de la adherencia.
"Se trata de una época en la que ocurren olvidos por cambios de residencias, cambios en hábitos sociales u olvidos de los Sistemas Personalizados de Dispensación (SPD), que ofrecen las farmacias comunitarias"
“Durante el verano, los pacientes suelen tener una actitud más relajada con su adherencia a los tratamientos. Se trata de una época en la que ocurren olvidos por cambios de residencias, cambios en hábitos sociales u olvidos de los Sistemas Personalizados de Dispensación (SPD), que ofrecen las farmacias comunitarias”, explica para ConSalud.es el Dr. Vicente Olmo Quintana, miembro del grupo de Gestión de Medicamentos, Inercia Clínica y Seguridad del Paciente (GIS) de Semergen.
“Durante el verano, podríamos pensar que la adherencia es solo un problema de los pacientes, pero una buena adherencia se logra cuando se actúa tanto con los pacientes como sobre los sistemas sanitarios o factores socioeconómicos”. Esto se traduce en que los problemas no solo tienen que ver con aspectos relacionados con los propios pacientes, sino también con dificultades para obtener su prescripción en lugares de veraneo o en otras comunidades donde no existe interoperatividad de la historia clínica digital. “También pueden existir problemas de suministro de determinados medicamentos, o puede ocurrir que con el traslado no se hayan actualizado los planes de tratamiento”.
Por ello, de acuerdo con el experto de Semergen, el abordaje de la adherencia debe basarse en un enfoque multiprofesional, unido a acciones coordinadas del entorno del propio paciente y los profesionales sanitarios. Los médicos de familia, junto con los farmacéuticos de Atención Primaria, juegan un papel importante a lo largo del año en la mejora de la adherencia, estableciendo vías de comunicación adecuadas a la situación clínica de los pacientes. El objetivo es transmitir su importancia, mediante la realización de preguntas abiertas, aclarando cuestiones y dudas que surgen a los pacientes en relación con la correcta utilización de los medicamentos.
Así, proporcionar información clara y comprensible sobre el tratamiento, involucrar al paciente en la toma de decisiones relacionadas con su tratamiento o brindar seguimiento regular y evaluar el progreso del paciente son otras de las medidas que se pueden adoptar. “Estas actuaciones tienen que ser realizadas de forma continua a lo largo de cualquier periodo. Los profesionales debemos hablar claramente sobre los problemas que causa la no adherencia y tomar decisiones compartidas, involucrando a los pacientes en el uso adecuado de los medicamentos”.
Además, la educación del paciente desempeña un papel fundamental en materia de adherencia a los tratamientos, especialmente en épocas como el verano. “Aspectos como la comprensión del tratamiento, la conciencia de factores estacionales o el autocuidado son determinantes. El paciente bien informado es capaz de considerar la prevención de las complicaciones derivadas de sus comorbilidades y mejorar la adherencia. Cuando los pacientes comprenden su tratamiento, son más propensos a seguirlo adecuadamente. Esto reduce el riesgo de complicaciones y la mejora de los resultados de salud”.
"Aspectos como la comprensión del tratamiento, la conciencia de factores estacionales o el autocuidado son determinantes"
¿CÓMO ADHERIRSE A LOS TRATAMIENTOS EN VERANO?
Según explica el Dr. Olmo Quintana, un sistema de recordatorios o alarmas mediante el uso de alguna aplicación que existe en el mercado puede ser una buena opción para adherirse al tratamiento. Organizar con tiempo el viaje y tener al día la receta electrónica, así como informarse sobre si alguna medicación necesita condiciones especiales de conservación son otras de las medidas que se pueden adoptar. “También se podría mejorar ampliando el uso de los SPD, o tener algún organizador de las pastillas e involucrar a familiares y amigos que nos ayuden a recordar la toma de la medicación”.
Por último, hay algunos medicamentos que son sensibles a las altas temperaturas durante el verano. En este contexto, el grupo de Gestión del Medicamento, Inercia Clínica y Seguridad de los pacientes (GIS) de Semergen considera que los medicamentos deben ser conservados en lugares frescos de los domicilios de los pacientes, y mantenerlos dentro de su embalaje original si es posible. Así, se pueden evitar errores en su manejo y aplicación. Por supuesto, “no deben dejarse a pleno sol o en coches, aunque rebasar puntualmente temperaturas de 25 a 30 grados no tiene consecuencias sobre la estabilidad o calidad del medicamento”, concluye el experto.