La Confederación Española de Alzheimer (Ceafa) y Fundación Maria Wolff han explicado este jueves en la sede del Imserso de Madrid cómo se ha logrado acreditar la primera residencia sin sujeciones farmacológicas. Maria Wolff, entidad que lleva 24 años investigando la aplicación de terapias no farmacológicas, ha conseguido un hito de tales características que, sin duda, liberarán de este tipo de ataduras a muchos residentes en el futuro mejorando el bienestar físico y mental a personas que sufren demencias.
Más del 80% de los ancianos que ingresan en residencias tienen, al menos, un fármaco mal prescrito, dándose el caso de que en la mayoría de las veces se trata de psicofármacos. Una parte de estos psicofármacos pueden además estar pautados para manipular o limitar el comportamiento de los mayores.
"A diferencia de las ataduras físicas, las sujeciones farmacológicas son muy difíciles de erradicar, porque no se pueden ver a simple vista"
Según Ruben Muñiz, director de investigación de Fundación Maria Wolff, "a diferencia de las ataduras físicas, las sujeciones farmacológicas son muy difíciles de erradicar, porque no se pueden ver a simple vista, y los tratamientos se pautan en el contexto del secreto profesional entre médico y paciente, circunstancia que dificulta el control de calidad externo".
La fundación ha presentado la primera validación de los Criterios Chrome, que permiten la acreditación de centros que hayan eliminado las sujeciones químicas. La empresa ICOT, que gestiona la residencia El Pino de Las Palmas de Gran Canaria, ha sido el primer centro de este tipo en demostrar de manera fehaciente que las 190 personas mayores de esta residencia, propiedad del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria del Cabildo de Gran Canaria, están gozando ya de la seguridad de ser atendidos con la calidad asistencial que se merecen evitando riesgos de psicofármacos pautados erróneamente o en demasía.
REDUCCIÓN O ELIMINACIÓN DE FÁRMACOS PELIGROSOS
Este trabajo de desatar químicamente a los residentes, realizado entre diciembre de 2015 y diciembre de 2017, ha arrojado unos resultados sorprendentes. Se ha conseguido reducir drásticamente la prescripción de fármacos muy peligrosos para muchos residentes con demencias, llegando en algunos casos a eliminarlos totalmente.
"Estas dos familias de fármacos son las potencialmente más peligrosas, razón por la que estos resultados son de lo más satisfactorios"
Según los resultados obtenidos en la residencia durante estos dos años se ha reducido la administración de benzodiacepinas de un 65% a un 20% y en el caso de los neurolépticos del 50% inicial a un 20%. Según el doctor Olazarán, director científico de la fundación, "estas dos familias de fármacos son las potencialmente más peligrosas, razón por la que estos resultados son de lo más satisfactorios".
Los grandes beneficiados de estos logros son los residentes que han mejorado radicalmente su día a día, dado que muchos de ellos ahora están más vivos y presentes. Con psicofármacos bien prescritos y sin sujeciones farmacológicas los residentes pueden disfrutar más de las visitas de sus familiares, tienen un sueño más natural y pueden expresar mejor la esencia de su carácter y personalidad. En muchos de estos residentes ha mejorado su capacidad de comunicarse con el lenguaje con otras personas o ha mejorado su capacidad mental, antes mermada por algunos fármacos.