Uno de cada diez ancianos ha sufrido malos tratos en el último mes, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, en España se ha denunciado recientemente un infradiagnóstico de esta problemática, ya que sólo se conocen uno de cada 24 casos de maltrato en este sector de la población. Las residencias de ancianos y los hospitales son focos de denuncias al respecto, muchas de ellas relacionadas con el abuso de psicotrópicos y otros fármacos sedantes a las personas mayores, así como por un exceso de las sujeciones.
Así lo expresa la presidenta del Defensor del Paciente, Carmen Flores, en declaraciones a ConSalud.es: “Esto es demasiado común. Sobre todo pasa en residencias, aunque también tenemos conocimiento de algún caso en hospitales”. Uno de las principales complicaciones que presenta esta problemática es que apenas se denuncian los casos y en muchos ocasiones, afirman desde el Defensor del Paciente, se explican por la falta de personal sanitario en los centros.
"Sobre todo pasa en residencias, aunque también tenemos conocimiento de algún caso en hospitales”
En países como Estados Unidos se está dando la voz de alarma sobre la excesiva dispensación de fármacos psicotrópicos en los geriátricos. En España este tipo de ‘maltrato’ a las personas mayores parece empezar a denunciarse, incluso desde las sociedades científicas y no sólo por parte de los propios pacientes.
Desde Semergen Solidaria se ha puso en marcha el pasado mes de diciembre el Programa de Soporte y Ayuda al Anciano, cuyo objetivo es luchar contra el maltrato de las personas mayores mediante proyectos de prevención, formación y sensibilización en toda España. La secretaria de esta sección de Semergen, María Carmen Martínez explica su intención de “defender la igualdad y luchar contra la violación de los derechos humanos, haciendo visible lo que tantas veces está oculto en nuestra sociedad”.
LOS MÉDICOS DE FAMILIA, ALIADOS PARA LA DETECCIÓN
La Atención Primaria es la puerta de entrada al Sistema Sanitario, teniendo una posición privilegiada para detectar síntomas e indicios y prevenir males mayores. Muchos de los ancianos se encuentran solos con sus cuidadores en las casas, y el médico de Familia es el único que puede entrar en los domicilios y detectar el problema.
Sin embargo, la solución de este problema no solo pasa por los médicos, sino que requiere de una gestión multidisciplinar con implicación de todos los servicios sanitarios, sociales y de la propia administración. “Necesitamos que las administraciones se impliquen. No existe un protocolo a nivel nacional y apenas entre las comunidades autónomas. Esto provoca mucha indefensión entre las personas mayores, ya que no saben a quién acudir ni cómo. Es por ello que los protocolos son fundamentales para prevenir y guiar a las personas afectadas o de su entorno”, añade la doctora Martínez.