El cáncer colorrectal (CCR) es uno de los tumores más frecuentes y la tercera causa de muerte por cáncer en ambos sexos en todo el mundo, según la American Cancer Society (ACS). Solo en España se detectarán 44.294 casos en 2024, según datos estimados de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Esta cifra ha aumentado con respecto a las estimaciones del año anterior, que se cifraron en 42.721 nuevos casos.
Sin embargo, a nivel global sí se puede hablar de una disminución de la incidencia del CCR. “La incidencia global del cáncer colorrectal se ha reducido hasta un 3.1 % anual en la última década”, declara en ConSalud.es la Dra. Nuria Rodríguez Salas, especialista en Oncología y profesora de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Esta disminución es posible gracias al cambio en los hábitos de vida y la implementación de los cribados que permiten un diagnóstico precoz de la enfermedad.
En España, el programa de cribados se incorporó en 2014 y, a partir de este momento, las comunidades y ciudades autónomas tenían cinco años para iniciar su implantación y cinco más para garantizar la cobertura próxima al 100% de la población. Además de estos programas, también se realizan valoraciones individuales, como explica la doctora, a todas aquellas personas que presentan alto riesgo personal o riesgo de cáncer familiar.
“Tan importante es la adherencia a los programas de cribado como implementar conciencia social de adherencia a hábitos de vida saludables”
En 2023, la cobertura por invitación de la población objetivo llegó al 74,15%, con una participación global del 40,61% en todo el territorio, según datos del Ministerio de Sanidad. En este sentido, la oncóloga recuerda que “tan importante es la adherencia a los programas de cribado como implementar conciencia social de adherencia a hábitos de vida saludables”.
En ese sentido, el papel de la atención primaria (AP) es fundamental. Sin embargo, todavía faltan algunas mejoras que podrían implementarse para garantizar un correcto abordaje del cáncer colorrectal. Como indica Rodríguez Salas, una de ellas sería la educación. En esta línea destaca la formación para inducir a la población a un cambio en sus hábitos de vida, como incluir una dieta equilibrada y ejercicio. Asimismo, “debería mejorar el acceso a los sistemas sanitarios”, añade.
A esta necesidad por cubrir se suma el acceso a los cribados. Actualmente, la población objetivo se fija en aquellos hombres y mujeres de edades comprendidas entre los 50 y los 69 años. No obstante, “el cribado poblacional debería adelantarse a los 45 años y retrasarse a los 70-75”, asevera la especialista en Oncología. Además, si existen antecedentes familiares, deberían ajustarse las edades de los cribados, añade.
Por último, no podemos olvidar la atención al superviviente de cáncer colorrectal en AP que, como expresa la oncóloga, debe ser específica. La experta señala el manejo de la fertilidad en aquellos pacientes que hayan sido diagnosticados en edades tempranas, así como la atención específica a otras secuelas de los tratamientos. A esto se añade otras secuelas del superviviente como la ansiedad o la depresión.
AVANCES EN INVESTIGACIÓN
Mientras tanto, para mejorar el paradigma de la enfermedad, el cáncer colorrectal también ha sido el centro de numerosas investigaciones en los últimos años. En concreto, Rodríguez Salas destaca “una extensa investigación respecto a nuevas estrategias para mejorar la especificidad y sensibilidad de las técnicas de diagnóstico precoz”. Estos nuevos métodos permitirían la detección de fragmentos de ADN tanto en heces como en sangre.
Recientemente, el estudio ECLIPSE ha confirmado que “la prueba de ADN libre de células (cfDNA) en sangre mostró una sensibilidad del 83 % para la detección del cáncer colorrectal , con una especificidad del 90 % para la neoplasia avanzada y una sensibilidad del 13 % para las lesiones precancerosas avanzadas”, apunta la doctora. Esto podría abrir una puerta más a la detección temprana de cáncer colorrectal.
"Gracias a los avances terapéuticos, farmacológicos y quirúrgicos pueden conseguirse importante cifras de curación y largos supervivientes incluso en enfermedad avanzada o metastásica"
Por ahora, los programas de cribado ofrecen la posibilidad de diagnosticar la enfermedad a tiempo aunque, como ha indicado la doctora, en materia de AP aún queden aspectos por perfilar. “El cancercolorectal es una enfermedad curable, cuanto más precoz es el diagnostico mayor es la probabilidad de curación. No obstante, gracias a los avances terapéuticos, farmacológicos y quirúrgicos pueden conseguirse importante cifras de curación y largos supervivientes incluso en enfermedad avanzada o metastásica”, concluye Rodríguez Salas.