El 98,6% de los pacientes con displasia broncopulmonar (DBP) en España son bebés nacidos prematuramente, habiendo nacido en su gran mayoría (el 82%) antes de las 29 semanas de gestación. Estos son algunos datos del registro del Grupo Español de Investigación en Displasia Broncopulmonar (GEIDIS) presentados hoy en el III Curso GEIDIS, evento que seguirán cerca de 300 profesionales de manera virtual. Esta enfermedad, la cual constituye la secuela más frecuentemente asociada a la prematuridad, está caracterizada por una insuficiencia respiratoria originada por el cese del desarrollo pulmonar y vascular pulmonar en una fase muy precoz.
Dirigido por el doctor Manuel Sánchez Luna, jefe de Servicio de Neonatología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, el Registro GEIDIS ha recopilado información de 1.782 pacientes entre 2016 y 2020 de un total de 66 centros aportando una valiosa información sobre el perfil clínico de los pacientes y de las características de esta enfermedad en España. El proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria (Fundación IMAS).
NUEVAS EVIDENCIAS DEL PERFIL DE PACIENTES Y DE LA DBP
La edad gestacional más frecuente de los pacientes con DBP es 27 semanas y su peso se sitúa en torno a los 890 gramos. En cuanto a los grados de displasia, predomina la más leve que es de tipo 1 (56,3%), seguida de la DBP tipo 2 (23,8%) y DBP tipo 3 (21,7%). La mortalidad global de los pacientes incluidos en el registro es de un 1,4%, siendo significativamente mayor en la DBP tipo 3 (4,1%).
Esta enfermedad, la cual constituye la secuela más frecuentemente asociada a la prematuridad, está caracterizada por una insuficiencia respiratoria
La proporción de formas más graves de DBP aumenta a menor edad gestacional, alcanzando la de tipo 3 el 29,4% de los pacientes nacidos con menos de 26 semanas de gestación. También hay una asociación entre sexo varón e incidencia de DBP, siendo varones el 61% de los pacientes con DBP de tipo 3. Los bebés con este grado de enfermedad registraron 4,5 veces más morbilidad respiratoria en el primer año de vida que los que tenían DBP tipo 1, y 2,03 veces más que los que presentaban DBP de tipo 2. De esta manera, tuvieron una mayor necesidad de ingreso, sintomatología respiratoria, más necesidad de tratamiento respiratorio de base y visitas a urgencias por causa respiratoria.
''Los bebés con displasia broncopulmonar de tipo 2 y 3 son los que pueden tener un crecimiento de sus pulmones más comprometido y presentar en el futuro una reducción de su capacidad respiratoria'', ha explicado el doctor Manuel Sánchez Luna, quien es también presidente de la Sociedad Española de Neonatología. ''En estos casos es muy importante evitar el contacto con tóxicos como es el humo del tabaco, mantener la lactancia materna de su propia madre el mayor tiempo posible y prevenir las infecciones respiratorias en los dos primeros años, sobre todo las producidas por el Virus Respiratorio Sincitial'', ha añadido el neonatólogo del Hospital Gregorio Marañón.
Los datos del registro GEIDIS han puesto de manifiesto que la incidencia de DBP 2 y 3 se reduce en al menos un 7,3% por cada aumento en semana gestacional. Sin embargo, este efecto deja de ser significativo cuando se tiene en cuenta el tiempo de exposición a ventilación mecánica, la cual se asocia a un aumento de al menos un 5,4% en la incidencia de formas más graves de DBP por cada día de ventilación mecánica. ''Por lo tanto, es necesario que cuando uno de estos pequeños bebés precise un equipo de ventilación invasiva se le administre con las mejores condiciones de protección pulmonar en centros con gran experiencia en el manejo de estas modalidades de ventilación'', explica Sánchez Luna.
El Servicio de Neonatología del Hospital Gregorio Marañón está designado como centro de referencia para otros centros asistenciales y está especializado en la atención a los pacientes neonatales más graves, como aquellos que nacen en edades gestacionales al límite de la viabilidad, con graves problemas malformativos, cardiovasculares, respiratorios, metabólicos y neurológicos.