La lucha por la igualdad de género presente en nuestra sociedad parece no haber llegado al mundo de las enfermedades y patologías médicas, pues estas se muestran presentes de diferente manera respecto a si se trata de un hombre o una mujer. De este modo, existen una serie de enfermedades que se presentan en las mujeres de manera mucho más significativa que en el sexo opuesto. Si bien, es una realidad que la esperanza de vida es mayor en las mujeres españolas, 85,8 años; frente a los 80,2 años para los hombres, según datos del INE. Así, el hecho de que las mujeres vivan más tiempo es otro factor en enfermedades con mayor prevalencia asociada a la edad.
En términos generales, se puede afirmar que el sexo femenino tiene una mayor tendencia a patologías relacionadas con enfermedades autoinmunes, es decir, aquellas en las que el sistema inmune crea anticuerpos que atacan el propio tejido del cuerpo, pero estas no son las únicas. Además, cabe mencionar que el cromosoma sexual masculino (Y) tiene una mayor tendencia a mutar respecto al femenino (X) y a que estas mutaciones se presenten en forma de enfermedad. En lo que se refiere a ellas, las singularidades desde el punto de vista biológico, genético y fisiológico incide en que ciertas enfermedades -sus formas de manifestarse, su gravedad e, incluso, su tratamiento- les afecten de manera singular. De este modo, entre estas dolencias eminentemente femeninas encontramos:
La osteoporosis
Una importante enfermedad con presencia en mujeres es la osteoporosis. Según un reciente informe de la Fundación Internacional de la Osteoporosis, 2.945.000 personas padecen esta enfermedad en España, de las cuales el 79,2% de ellas son mujeres frente al 20,8% de hombres. Se trata de una enfermedad relacionada con la disminución de la densidad de la masa ósea, que se ve dañada a mayor ritmo del que el cuerpo es capaz de reponer. Su mayor prevalencia en mujeres se ve acrecentada tras el desequilibrio hormonal que supone la menopausia. Otro factor a mencionar está en la esperanza de vida, superior en mujeres que en hombres, pues la osteoporosis incrementa su incidencia conforme envejecemos y las mujeres ‘envejecen más’. En esta línea, la fractura de cadera es la principal consecuencia dañina de la osteoporosis y afecta a un 12% de las mujeres mayores de 50 años, frente a un 4% de los hombres.
Enfermedades autoinmunes
La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica que afecta al sistema nervioso central (cerebro y médula espinal). Se trata de un trastorno degenerativo y crónico del que no se conoce la causa exacta, aunque se relaciona con factores de predisposición genéticos y desencadenantes ambientales. Así, según datos de la Asociación Española de Esclerosis Múltiple (AEDEM), se calcula que en España existen 47.000 personas afectadas por este trastorno, de los que aproximadamente dos de cada tres son mujeres. Del mismo modo, el registro danés de la enfermedad –uno de los más completos- ha señalado que, si bien los datos de esclerosis múltiple en varones se mantienen similares a los de los años 50, en mujeres su incidencia ha sufrido un aumento de entre un 15% y un 20%. La razón de la mayor prevalencia en mujeres no resulta clara, aunque diferentes estudios señalan a la hormona sexual, ya que los primeros síntomas coinciden con el aumento de los niveles hormonales de la pubertad femenina.
Según datos de la Sociedad Española de Reumatología (SER) afecta alrededor de 400.000 personas en nuestro país. En términos de género, afecta a una de cada cuatro mujeres, respecto a uno de cada cinco hombres
Otra enfermedad que llama a la puerta de las mujeres con mayor frecuencia es la artritis. Esta dolencia consiste en la hinchazón y la sensibilidad en las articulaciones, acarreando síntomas como el dolor o rigidez en las mismas, que empeoran con la edad. Los tipos más comunes de artritis son la artrosis y la artritis reumatoide. En el caso de esta última, según datos de la Sociedad Española de Reumatología (SER) afecta alrededor de 400.000 personas en nuestro país. En términos de género, afecta a una de cada cuatro mujeres, respecto a uno de cada cinco hombres. A esto se suma que las afectadas son más susceptibles de padecer mayores síntomas incapacitantes.
En esta línea, entre las dolencias con mayor prevalencia en mujeres se encuentra el lupus, que se trata de una enfermedad crónica autoinmune con potencial para afectar a cualquier parte del cuerpo. Así, según datos de 'Lupus. Foundation of América', el 90 % de las personas que viven con lupus -alrededor de 5 millones de personas en el mundo- son mujeres. Además, una de cada tres personas afectadas lo complementan con otras enfermedades autoinmunes. Se trata de una enfermedad que se desarrolla principalmente en la edad fértil, entre los 15 y los 44 años, acarreando problemáticas relacionadas muy variadas; problemas cardiovasculares, renales, artrosis, etc.
En la actualidad se conocen más de 80 enfermedades autoinmunes y estas afectan en un 80% de los casos a las mujeres. En este tipo de enfermedades, el sistema inmune -nuestras defensas- tienen dificultades para diferenciar virus, bacterias u otros gérmenes dañinos de las propias células sanas
Las enfermedades en el tiroides también aparecen como una mayor amenaza para la salud femenina. De este modo, las mujeres son ocho veces más propensas que los hombres de padecerlas, según datos de la Federación Internacional de Tiroides (TFI). La tiroides es una glándula endocrina situada en el cuello y encargada de producir hormonas. Estas hormonas tiroideas controlan actividades metabólicas corporales como el ritmo al que se queman calorías o la velocidad a la que late el corazón. De este modo, entre los problemas de tiroides encontramos: Bocio o agrandamiento de la glándula, hipertiroidismo (una excesiva producción de hormonas), hipotiroidismo (una insuficiente producción de hormonas), cáncer de tiroides, nódulos en la tiroides o tiroiditis.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad se conocen más de 80 enfermedades autoinmunes y estas afectan en un 80% de los casos a las mujeres. En este tipo de enfermedades, el sistema inmune -nuestras defensas- tienen dificultades para diferenciar virus, bacterias u otros gérmenes dañinos de las propias células sanas, tejidos y órganos del cuerpo; destruyendo, por tanto, componentes sanos del mismo. Otros ejemplos de este tipo de enfermedades en las que se ven más afectadas ellas son trastornos como la psoriasis, la diabetes o la celiaquía. Así, las razones de la propensión a enfermedades autoinmunes siempre se han relacionado mayoritariamente con factores hormonales propios de la mujer.
Queda mucho camino en la investigación de las patologías que afectan a las mujeres, del mismo modo se viene desarrollando una ‘medicina de género’ destinada a enfocar la prevención y los tratamientos de las enfermedades a las particularidades propias del género femenino
En esta línea, un estudio de Investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) en 2018, publicado en la revista 'Nature Communications', apuntaba la relación existente entre la mayor segregación de testosterona y la protección contra enfermedades autoinmunes. De este modo, los científicos señalaban que la testosterona suprimía la proteína BAFF y, por tanto, las células B, un tipo de linfocito que libera anticuerpos dañinos. Así, en las mujeres -con una décima parte de testosterona que los hombres- la liberación de estos anticuerpos dañinos se desarrollaría de forma superior, concluyeron. En definitiva, queda mucho camino en la investigación de las patologías que afectan a las mujeres, del mismo modo se viene desarrollando una ‘medicina de género’ destinada a enfocar la prevención y los tratamientos de las enfermedades a las particularidades propias del género femenino.