El tratamiento con Humira (adalimumab) permite el control de la uveítis en un porcentaje muy significativo de los pacientes con esta patología, según los expertos. Este ha sido uno de los aspectos que se han tratado en el Simposio ''Humira: de la evidencia a la experiencia'', celebrado en el marco del V Congreso Anual de la Sociedad Española de Inflamación Ocular (Seioc).
Así, ''casi el 80% de las personas que padecen esta enfermedad oftalmológica inmunomediada y que son tratadas con este fármaco biológico tienen controlada la enfermedad a los dos años de iniciar el tratamiento'', ha señalado el doctor Alfredo Adán, presidente de la Seioc y director del Instituto de Oftalmología del Hospital Clínic de Barcelona y experto en uveítis y retinopatía diabética.
La uveítis es la inflamación de la capa que envuelve el interior del globo ocular, la úvea o tracto uveal. Aunque se trata de una enfermedad rara tanto en oftalmología como en pediatría, constituye la tercera causa de ceguera prevenible en el mundo. Además, la uveítis no infecciosa es una enfermedad intraocular inflamatoria compleja que puede asociarse a síndromes oculares específicos o a enfermedades autoinmunes, siendo la Artritis Idiopática Juvenil (AIJ) una de las más frecuentes.
Casi el 80% de las personas que padecen esta enfermedad oftalmológica inmunomediada y que son tratadas con este fármaco biológico tienen controlada la enfermedad a los dos años de iniciar el tratamiento
Durante la reunión, se han puesto sobre la mesa los últimos datos del proyecto Biouvea un registro de fármacos biológicos en el tratamiento de la uveítis que ha sido presentado también en el congreso americano de la Asociación para la investigación en visión y oftalmología ARVO. ''Este proyecto, liderado por la Seioc, estudia el uso de estos tratamientos en uveítis. En él han participado 25 centros de toda España y se han incluido más de 327 pacientes. Los datos extraídos se centran en la tasa de retención del fármaco a largo plazo. Así, un 80% de los pacientes mantiene el tratamiento con Humira a los dos años, con control de la enfermedad'', ha explicado el doctor Adán.
En este sentido, uno de los principales asuntos que se han tratado durante esta reunión científica ha sido la importancia de los datos de tratamiento en vida real. Para el doctor Adán, ''los estudios en vida real son clave para tener datos que permitan compararlos con los de los ensayos clínicos que, en muchas ocasiones, no son del todo comparables. Debemos continuar investigando en los datos clínicos de vida real de nuestros pacientes, así como en la posibilidad de avanzar en tratamientos selectivos que permitan poner en práctica terapias personalizadas para cada una de las personas con uveítis''.
TRATAMIENTO PRECOZ Y MONITORIZACIÓN
A la hora de mejorar el pronóstico de la uveítis, es primordial llevar a cabo un diagnóstico y, por tanto, administrar un tratamiento de forma precoz, sobre todo en los casos más severos de uveítis. Según el doctor Adán, ''en ciertos pacientes con enfermedad de Behçet, oftalmia simpática, etc., la introducción precoz del tratamiento biológico -lo que se denomina estrategia Top-Down- mejora los resultados a largo plazo. Esta estrategia, no obstante, implica empezar con mayor precocidad el tratamiento con este fármaco''.
Otra de las claves en la uveítis es la monitorización en los pacientes con esta enfermedad. ''Desde el punto de vista ocular, es importante para poder definir la actividad de la uveítis y la necesidad de continuar con el tratamiento. Mientras tanto, desde el punto de vista sistémico, la determinación de niveles y de los anticuerpos antifármaco pueden ser de gran ayuda para evaluar la eficacia'', ha asegurado el director del Instituto de Oftalmología del Hospital Clínic de Barcelona.