El Especial Observatorio Tendencias Cofares “La perspectiva de género en salud salva vidas” muestra, con motivo del Día Internacional de la Mujer, que la forma de enfermar es diferente en función del género y que por ello es necesario incluir diferentes perspectivas. Cofares explica que desde 2020 ha surgido un auge de la literatura científica que confirma esta tesis y debería condicionar los diagnósticos y tratamientos.
El informe apunta que siete de cada 10 mujeres consideran necesario aplicar la perspectiva de género en la investigación y la atención sanitarias. El 47% de las entrevistadas desconocían en el momento de la encuesta que los síntomas de un ictus cambian dependiendo de si eres hombre o mujer, un dato que preocupa incluso más al ser una de las primeras causas de muerte femenina.
Seis de cada 10 mujeres declara que tiene más tiempo para cuidarse a sí mismas que sus madres y abuelas a su misma edad
Otras de las enfermedades en las que repercute la perspectiva de género son: cardiovasculares; neurológicas; autoinmunes; cáncer y dolor crónico. En el caso de un infarto, por ejemplo, puede llegar a provocar náuseas y dolor de mandíbula en el caso de la mujer, no solo opresión de pecho conocida en hombres.
A pesar de que seis de cada 10 mujeres declara que tiene más tiempo para cuidarse a sí mismas que sus madres y abuelas a su misma edad, un 45% consideran que las anteriores generaciones gozaban de una mayor salud general, con especial representación (53,8%) en el rango de las más jóvenes, entre 18 y 35 años. Dividido por comunidades, las mujeres que afirmaban esta hipótesis pertenecían a Canarias (64%), Extremadura (60%) y Castilla La Mancha (59%) y en el otro extremo, las Comunidades Autónomas de Navarra (35%), Cantabria (37%) y Cataluña y La Rioja (ambas con un 39%).
Por otro lado, las mujeres siguen declarándose muy cuidadoras del hogar, 7 de cada 10 afirman que están más pendientes de la salud de los demás que de la suya. Un sector especialmente afectado son las mujeres de 36 a 55 años, que pertenecen a la llamada “generación sándwich” por cuidar a dos bandas, tanto a hijos como a padres. Casi el 40% de ellas reconoce que se ha visto obligada a modificar alguna cita médica por tener que dedicarse al cuidado de su familia.