España es uno de los países del mundo en el que más antibióticos extrahospitalarios se consumen. En 2017, el consumo en dosis diaria definida por cada 1.000 habitantes en España fue de 25,1, mientras que en los Países Bajos fue de 10,1, sin razón epidemiológica que lo justifique.
Según explica El Confidencial, este uso abusivo incide directamente en la resistencia de las bacterias frente a los antibióticos (resistencia antimicrobiana). Un problema que tiene un impacto directo sobre la salud, tanto humana como animal, además de suponer una importante carga económica.
El consumo en dosis diaria definida por cada 1.000 habitantes en España fue de 25,1
De acuerdo con el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), un total de 33.000 personas fallecen anualmente como consecuencia de infecciones provocadas por bacterias resistentes, una cifra que se sitúa en 3.000 en el caso de España.
El uso de antibióticos no es el único motivo por el cual las bacterias se hacen fuertes. Tal y como apunta la Organización Mundial de la Salud, la prescripción excesiva y el abuso de estos medicamentos permiten que el cambio de estructura de esos microbios ocurra con mayor rapidez de lo esperado.
De esta realidad y de sus posibles causas y soluciones hablaron los asistentes a la mesa redonda organizada por El Confidencial junto a MSD bajo el lema ‘Retos frente a la resistencia a los antibióticos’.
La doctora Ana María Cordero, subdirectora de Formación de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, el doctor José Miguel Cisneros, presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), el doctor Bruno González Zorn, jefe del departamento de Salud Animal de la Universidad Complutense de Madrid, el doctor Jordi Vila, jefe de servicio de Microbiología del Hospital Clínic de Barcelona, y el doctor Diego López Mendoza, director médico del área de Antiinfecciosos MSD.