La Comisión Europea ha publicado 28 perfiles sanitarios nacionales y un informe con el objetivo de analizarlos. De esta manera, los informes proporcionan un análisis detallado de los sistemas sanitarios de los Estados miembros de la UE, mediante el análisis de la salud y los factores de riesgo importantes en la población, así como la eficacia, la accesibilidad y la resiliencia de los sistemas sanitarios en cada Estado miembro de la UE. Los informes reflejan claramente los objetivos compartidos entre los Estados miembros, y ponen de manifiesto posibles ámbitos en los que la Comisión podría fomentar el aprendizaje mutuo y el intercambio de buenas prácticas.
Vytenis Andriukaitis, comisario de Salud y Seguridad Alimentaria, ha declarado que "destinar solamente el 3% de nuestros presupuestos sanitarios a la prevención, en comparación con el 80 % que se dedica al tratamiento de enfermedades, es simplemente insuficiente. Necesitamos mejorar el acceso a la atención primaria a fin de que los servicios de urgencias no sean la primera parada obligada de la gente. Además, debemos consagrar la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades en todos los sectores de las políticas con el fin de mejorar la salud de la gente y reducir la presión que sufren los sistemas sanitarios".
Los perfiles sanitarios nacionales se han elaborado en colaboración con la OCDE y el Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Asistencia Sanitaria. Respecto a las principales conclusiones obtenidas, en primer lugar, el informe complementario subraya que la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades allanan el camino para un sistema sanitario más eficaz y eficiente. Por lo que, a parte de unas inversiones desequilibradas en prevención, deben abordarse las desigualdades sociales, como demuestran las diferencias en el cribado del cáncer o la actividad física entre las personas con niveles elevados o bajos de renta y educación.
La UE cuenta con 18 millones de profesionales de la salud, y de aquí a 2025, se crearán otros 1,8 millones de puestos de trabajo
Asimismo, se indica que una atención primaria sólida permite orientar eficazmente a los pacientes a través del sistema sanitario y contribuye a evitar gastos innecesarios. Un 27% de los pacientes acuden a los servicios de urgencias debido a una atención primaria inadecuada. Otro factor a tener en cuenta, es que únicamente en catorce países de la UE se exige que, para que los pacientes puedan consultar a un especialista, deben ser remitidos desde un servicio de atención primaria. En cuanto a la apuesta por la asistencia integrada, que garantiza que los pacientes reciban una atención sanitaria coordinada, se afirma que evitaría la situación que puede observarse en la actualidad en casi todos los países de la UE. Puesto que, en ellos, la asistencia está fragmentada y los pacientes deben encontrar su camino a través de un laberinto de instalaciones de atención sanitaria.
Otro de los aspectos que se abordan es la adaptación a los cambios futuros. En este aspecto, una planificación y una previsión proactivas del personal sanitario harían posible la adaptación. En la actualidad, la UE cuenta con 18 millones de profesionales de la salud, y de aquí a 2025 se crearán otros 1,8 millones de puestos de trabajo. Así que, las autoridades sanitarias tienen que preparar a sus trabajadores para los cambios que nos depara el futuro: una población que envejece y la multimorbilidad, así como la necesidad de unas políticas de contratación adecuadas, nuevas competencias e innovación técnica.
Por supuesto, también se ha destacado que los pacientes deberían constituir el elemento esencial de la próxima generación de datos sanitarios mejorados para las políticas y las prácticas. La transformación digital de la sanidad y la asistencia contribuye a destacar los resultados y experiencias del mundo real que tienen importancia para los pacientes, y ofrece un gran potencial para reforzar la eficacia de los sistemas sanitarios.
Tras la presentación a los Ministerios de Sanidad de todos los países de la UE, las autoridades nacionales podrán seguir debatiendo estos informes con los expertos de la OCDE y el Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Asistencia Sanitaria. Será posible realizar intercambios voluntarios a partir de principios de 2018, con lo que se ayudará a los ministerios a comprender mejor los retos principales y elaborar las respuestas políticas adecuadas.