Más de 800 personas fallecieron el año pasado debido a una negligencia médica según los datos publicados esta semana por el Defensor del Paciente, lo que supone un incremento del 59% con respecto a las muertes por negligencia registradas en 2008. Entonces fueron un total de 508.
Los datos del último año muestran un incremento de las negligencias mortales con respecto a 2017, cuando se produjeron 27 casos menos. Entre los casos más habituales que derivan en el fallecimiento del paciente están intervenciones mal realizadas, altas precipitadas, atención deficiente, infecciones hospitalarias, retrasos en ambulancias, etc. Pero la principal razón se debe al error de diagnóstico y la pérdida de oportunidad terapéutica.
Las intervenciones mal realizadas, las altas precipitadas y una atención deficiente son las principales causas de fallecimiento del paciente
Más del 41% de las negligencias que recibió El Defensor del Paciente fueron casos de personas que se sometieron a una intervención de cirugía plástica, reparadora y estética. Una cifra ligeramente superior a la de 2017 aunque a raíz de la crisis económica estas intervenciones se han visto reducidas.
Los bebés que han nacido en 2018 con algún tipo de discapacidad debido a un error humano también han aumentado con respecto al año anterior, mientras que en los últimos 12 han sido 158 los casos, en 2017 fueron 147. Los errores humanos en estos son en relación a a partos llevados de forma inadecuada o con fórceps, causando secuelas como sufrimiento fetal, parálisis cerebral o braquial…
Además, desde El Defensor del Paciente denuncian que en muchos casos los ginecólogos no informan de las malformaciones del feto a los padres durante el embarazo y luego muchos bebés fallecen a las pocas horas de nacer por ser incompatibles con la vida.
RETRASOS EN LAS AMBULANCIAS
La semana pasada se conoció la noticia de que una ambulancia tardó más de hora y media en llegar al lugar donde una mujer se encontraba tendida en el suelo. Para suerte de todos la señora, de 97 años, acabó siendo trasladada al hospital y un hubo que lamentar daños mortales. Sin embargo, esto no es siempre así.
El Defensor del Paciente recibió durante 2018 un total de 40 denuncias en referencia a personas que habían fallecido bien porque tras llamar al 112 no se envió ninguna ambulancia o porque la respuesta fue tardía con más de una hora de retraso.