En el marco del Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas, que se celebra este domingo, los expertos advierten de que la prevalencia de desnutrición moderada en niños con esta patología es del 20 por ciento, lo que supone un importante factor de riesgo ante la cirugía; tal y como se recoge en un reciente estudio conjunto realizado por la Universidad de Southampton y la Universidad de Winchester (Reino Unido), junto con la Universidad de Ginebra (Suiza).
Las cardiopatías congénitas son defectos en el corazón por alteraciones sufridas durante el desarrollo embrionario. En España, se estima que cada día nacen 10 bebés con esta patología crónica. "Además, el descenso de la natalidad y el aumento de las tasas de supervivencia hacen que ya no solo hablemos de niños con cardiopatías congénitas, sino también de adolescentes y adultos jóvenes con esta afección", explica el doctor Constancio Medrano, cardiólogo pediatra y presidente de la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas (SECPCC).
"El descenso de la natalidad y el aumento de las tasas de supervivencia hacen que ya no solo hablemos de niños con cardiopatías congénitas, sino también de adolescentes y adultos jóvenes con esta afección"
El tratamiento definitivo de las cardiopatías congénitas son las intervenciones por cirugía o por cateterismo. De los 4.000 niños que nacen cada año con cardiopatías congénitas, 1 de cada 3 se operan en el primer año de vida. "Las operaciones más complejas se realizan en el periodo neonatal y tienden a ser completas, cuando es posible y, en casos extremos, se puede realizar un trasplante", explica el doctor Medrano, que añade que la mayoría de los casos se resuelven mediante dispositivos colocados por cateterismo, evitando las complicaciones de la cirugía.
Asimismo, el doctor explica que la insuficiencia cardiaca con retraso en el crecimiento es la principal complicación de una parte importante de las cardiopatías, sobre todo, en lactantes antes de corregirse. "Se produce por diversas causas y repercute en la dificultad para la alimentación, en el manejo de líquidos y en la malabsorción de nutrientes", explica el presidente de la SECPCC.
"Se produce por diversas causas y repercute en la dificultad para la alimentación, en el manejo de líquidos y en la malabsorción de nutrientes"
Según el especialista en Gastroenterología y Nutricíon pediátrica y miembro de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHNP), el doctor Ignacio Ros, el gasto energético hace que el corazón trabaje más y los niños necesiten más calorías de las habituales. A su vez, debido al problema cardíaco, a los niños les cuesta más tomar la alimentación, se cansan antes y esto les produce fatiga, por lo que ingieren menos energía. "Además, la patología hace que la cantidad de sangre que llega al intestino sea menor y repercuta en una peor absorción", advierte el experto.
En este sentido, la desnutrición es un factor de riesgo en general, y en las intervenciones quirúrgicas en particular, ya que una mala situación nutricional en el momento de la cirugía va a predecir una peor respuesta a la misma, más días de hospitalización y un peor pronóstico, tal y como asegura Ros. Por ello, "es fundamental actuar precozmente desde el mismo diagnóstico del problema cardíaco, anticipándonos a la desnutrición y no esperando a que aparezca, ya que en este caso será mucho más difícil conseguir una buena nutrición", asegura el experto.