Un importante proyecto de investigación realizado por especialistas de la Universidad Bahir, en Etiopía, ha revelado que una quinta parte de los medicamentos en África podrían ser de calidad inferior o falsos, lo que ha hecho sonar todas las alarmas sobre un problema que podría estar contribuyendo a la muerte de innumerables pacientes.
Los investigadores analizaron 27 estudios en la revisión y encontraron que, de las 7.508 muestras de medicamentos incluidas, 1.639 fallaron al menos una prueba de calidad, lo que confirma que eran de calidad inferior o falsificadas. Claudia Martínez, jefa de investigación de la Fundación de Acceso a Medicamentos, un grupo sin fines de lucro con sede en Ámsterdam, describió en The Guardian el hallazgo como un importante problema de salud pública.
"Si los pacientes reciben medicamentos de calidad inferior o totalmente falsos puede provocar que su tratamiento fracase o incluso que se produzcan muertes evitables", afirmó Martínez. Estimaciones publicadas el año pasado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito señalan que el coste humano de los medicamentos falsificados y de calidad inferior puede llegar a 500.000 muertes al año en el África subsahariana.
La diferencia principal entre 'medicamento de calidad inferior' y 'medicamento falsificado' es que en el primer caso, son todos aquellos que sí que están autorizados pero que no cumplen con los estándares de calidad; mientras que los segundos son aquellos que tergiversan deliberadamente su identidad, composición u origen. Un portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) comentó que los antibióticos y los productos antipalúdicos eran los medicamentos más falsificados en África.
Martínez: "si los pacientes reciben medicamentos de calidad inferior o falsificados, puede provocar que su tratamiento fracase o que se produzcan muertes evitables"
Los antibióticos de calidad inferior o falsificados pueden contener dosis incorrectas o ingredientes activos erróneos, lo que da lugar a tratamientos ineficaces y a la supervivencia de cepas resistentes. La OMS afirmó que es probable que esos productos estén fomentando un aumento de la resistencia a los antimicrobianos. Según este estudio, Malawi tiene la mayor proporción de medicamentos falsificados y de calidad inferior.
Por otro lado, Martínez explicó que existen varios factores que contribuyeron al problema de dejar a los pacientes sin acceso a medicamentos esenciales. "Las cadenas de suministro de productos farmacéuticos en muchos países de ingresos bajos y medios suelen ser complejas, ineficientes y fragmentadas; la región depende en gran medida de un número limitado de proveedores de medicamentos esenciales, y muchos países enfrentan desafíos significativos para adquirir productos a tiempo y controlar eficazmente la calidad de los productos del mercado", añadió. También indició que el papel de múltiples intermediarios en la distribución de productos en el continente facilitaba que medicamentos de calidad inferior o falsificados se infiltraran en la cadena de suministro.
Siguiendo el contexto, un estudio anterior de la OMS determinó que aproximadamente uno de cada diez productos médicos en los países en desarrollo era de calidad inferior o falsificado, y que el 42% de los informes sobre medicamentos de calidad inferior o falsificados provenían de África, el 21% de América y el 21% de Europa. Martínez expuso que se necesita una acción inmediata para abordar el problema por parte de los gobiernos, las autoridades nacionales, los reguladores y las compañías farmacéuticas que fabrican y venden los productos. "Necesitamos fortalecer las cadenas de suministro en todo el continente, mejorando la infraestructura y la logística, e implementando mejores sistemas de vigilancia y de monitorización".