Con motivo del Día Nacional del Donante de Órganos, Tejidos y Células, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) rinde homenaje a los donantes y sus familias. Los datos anuales de donación demuestran que la sociedad española es solidaria y comprometida. El 86% de las familias dice sí a la donación cuando uno de sus seres queridos fallece.
A ellas se suman aquellas personas que deciden donar médula ósea o un órgano en vida. En las últimas tres décadas, desde la creación de la ONT hasta el pasado 31 de mayo, 4.652 pacientes han recibido un trasplante renal de vivo gracias a este desinteresado acto.
LA SEGURIDAD DE LA DONACIÓN RENAL EN VIDA
La protección de donantes y receptores es una de las principales misiones del programa nacional de donación y trasplante, siendo el Registro Español de Donante Vivo Renal una de sus herramientas. Este registro, coordinado por la ONT y las Coordinaciones Autonómicas de Trasplante, y en el que participan 33 hospitales de todo el país, ya ha permitido analizar la evolución de 2.463 personas que donaron en vida un riñón entre 2010 y 2017. El registro recoge información sobre las características basales de los donantes vivos renales, la cirugía que posibilita la donación (nefrectomía) y el estado médico de los donantes a corto, medio y largo plazo tras la donación.
En lo que respecta al perfil del donante vivo renal, seis de cada diez son mujeres y su media de edad es de 51 años. La relación más frecuente entre donante y receptor es cónyuge/pareja sentimental en un 33% de los casos, seguida de padre/madre (28%) y hermano/a (24%). La intervención quirúrgica se lleva a cabo por técnicas poco invasivas (mediante cirugía laparoscópica en el 98% de los procedimientos), lo que permite una estancia corta en el hospital, de sólo cuatro días de media.
La relación más frecuente entre donante y receptor es cónyuge/pareja sentimental en un 33% de los casos, seguida de padre/madre (28%) y hermano/a (24%)
Como en toda intervención quirúrgica, el riesgo cero no existe. El registro muestra que sólo uno de cada 156 donantes precisó revisión quirúrgica de la cirugía tras la intervención antes de recibir el alta, una cifra similar a la publicada en las grandes series internacionales. La supervivencia al alta hospitalaria es del 100% y del 99,6% a los seis años, sin fallecimientos relacionados con la donación. Durante los primeros tres meses posteriores a la donación, se aprecia una reducción de la función renal, que el otro riñón compensa en los meses siguientes y permite al donante llevar una vida normal. No obstante, los donantes vivos se realizan revisiones médicas periódicamente.
EL ALGORITMO QUE DA OTRA OPORTUNIDAD A PACIENTES DIFÍCILES DE TRASPLANTAR
Más de un centenar de los donantes vivos de este registro han participado en el Programa Español de Trasplante Renal Cruzado. Se basa en el intercambio de donantes renales entre dos o más parejas donante-receptor que son incompatibles entre sí, para formar nuevas parejas que sí son compatibles. Son 238 los pacientes que se han beneficiado de este programa desde que se iniciara en España en el año 2009.
El trasplante renal cruzado está muy desarrollado en determinados países con una elevada actividad de trasplante renal de donante vivo. Este es el caso de Australia, Canadá, Corea del Sur, Estados Unidos, Holanda o Reino Unido, que llevan realizando este tipo de intervenciones desde hace tiempo con excelentes resultados. A ellos se suma España, considerado como uno de los pocos países del mundo con un programa sólido de ámbito nacional.
El correcto funcionamiento del programa se basa en un registro de parejas incompatibles donante-receptor vinculado a un algoritmo matemático que permite realizar combinaciones para identificar parejas compatibles por parte de la ONT cada cuatro meses
El correcto funcionamiento del programa se basa en un registro de parejas incompatibles donante-receptor vinculado a un algoritmo matemático que permite realizar combinaciones para identificar parejas compatibles por parte de la ONT cada cuatro meses.
También se sustenta en un protocolo específico de actuación y en la cooperación constante entre los profesionales encargados de este programa en la ONT, los nefrólogos y urólogos de los equipos de trasplante renal, los servicios de Inmunología y las coordinaciones hospitalarias y autonómicas de trasplante. Todo ello asociado a un complejo proceso logístico para efectuar el traslado de los riñones en el que se colabora con servicios de ambulancias, compañías aéreas y Renfe.
El programa ha ido evolucionando con el paso del tiempo, adaptándose a la complejidad de los pacientes. También se ha internacionalizado, por iniciativa de España, en el marco de la Alianza de Trasplantes del Sur (SAT, por sus siglas en inglés). Por el momento, junto con España, participan en el Programa de Trasplante Renal Cruzado Internacional del SAT, Italia y Portugal.
Con la internacionalización del programa se persigue aumentar las posibilidades de las parejas donante-receptor incluidas en los Registros Nacionales de Trasplante Renal Cruzado de encontrar una combinación adecuada. Cuantas más parejas participen en un cruce y mayor sea su heterogeneidad genética, mayores son las opciones de hacer efectiva la donación y el intercambio renal.
PRIMER TRASPLANTE CRUZADO CON PORTUGAL
Días antes de decretarse el estado de alarma, se realizó el primer trasplante renal cruzado con Portugal y el tercero desde que se inició la internacionalización del programa (los dos anteriores se realizaron con Italia). En él participaron la Fundación Puigvert de Barcelona y el Centro Hospitalar Universitário de Oporto y ambos siguieron estrictos controles de seguridad propios de la epidemia de COVID-19. Ambos países realizaron pruebas RTPCR a los donantes y a los receptores con resultado negativo previo a la intervención.
Este intercambio requirió una total colaboración entre la ONT y el Instituto Português do Sangue e da Transplantação (IPST), los coordinadores autonómicos y/o regionales de trasplantes y los equipos médicos de los dos hospitales que participaron en este operativo. También se contó con el apoyo especial de la Fuerza Aérea portuguesa para el traslado de los órganos. Tanto los donantes como los receptores que participaron en este procedimiento se encuentran en buen estado de salud.
221 PERSONAS SE HAN INTERESADO POR LA DONACIÓN ALTRUISTA
Uno de los hitos del Programa Español de Trasplante Renal Cruzado ha sido la incorporación de la figura del donante altruista o “buen samaritano”. En la última década, 221 personas se han interesado por esta iniciativa que permite donar un riñón en vida a un receptor desconocido. La protección del potencial donante es fundamental y el protocolo de actuación es muy garantista.
Tras las entrevistas realizadas por el personal de la ONT y la valoración por parte de los equipos españoles que participan en este programa, finalmente 18 personas completaron la evaluación médica y psicosocial con éxito y fueron donantes efectivos. Gracias a ellos, se han podido iniciar 17 cadenas de trasplantes cruzados y 55 personas se han podido trasplantar. La cadena más larga hasta el momento se realizó en 2014; iniciada por un “buen samaritano”, en la cadena participaron cinco parejas y se realizaron seis trasplantes. Además, los órganos se trasladaron en vuelos regulares.
Tras las entrevistas realizadas por el personal de la ONT y la valoración por parte de los equipos españoles que participan en este programa, finalmente 18 personas completaron la evaluación médica y psicosocial con éxito y fueron donantes efectivos
En su mayoría, los donantes buenos samaritanos son varones, con una media de edad de 48 años, sin cargas familiares y con una clara trayectoria vital altruista (donantes de sangre o de médula ósea, con tarjeta de donante, colaboradores o miembros de ONG). La mayoría, tras ser informados de las diferentes opciones, deciden donar iniciando cadenas de trasplantes, con lo que incrementan notablemente el impacto de su gesto. Por cada donante altruista, de media, tres pacientes, recibieron el riñón que les ha permitido mejorar su calidad de vida.
RECUPERACIÓN DE LA DONACIÓN DE VIVO
Durante la crisis sanitaria, la actividad de trasplante de donante vivo se ha visto especialmente afectada. Al tratarse de un procedimiento programado y, en aras de proteger al máximo a donantes y a receptores, se decidió posponer este tipo de procedimientos hasta que la situación epidemiológica mejorara. No obstante, a pesar de la difícil situación, se realizó un trasplante hepático de donante vivo durante la pandemia.
En las últimas tres semanas, a medida que la situación en los hospitales ha ido recuperando su normalidad y se han habilitado circuitos libres de COVID-19, se ha reactivado el programa de trasplante renal de donante vivo y ya se han realizado seis procedimientos.
En lo que respecta al resto de órganos, de acuerdo con lo últimos datos de la ONT, desde el 13 de marzo, anuncio del estado de alarma, hasta el 31 de mayo se han realizado 379 trasplantes a partir de 171 donantes. A la progresiva mejora de la actividad de donación y trasplante han contribuido las directrices pautadas en el Plan Post-COVID-19, impulsado por la ONT y las Coordinaciones Autonómicas de Trasplante.