Transformando la sanidad con el farmacéutico; este ha sido el lema del 23 Congreso Nacional Farmacéutico que tuvo lugar entre los pasados 7 y 9 de febrero en Valencia y que reunió a más de 2.000 compañeros de toda España. Un encuentro que ha reflejado la voluntad y el potencial que tiene la profesión farmacéutica para responder al reto que supone la necesaria reconstrucción de nuestro Sistema Nacional de Salud.
Una transformación que debe reforzar las capacidades del sistema sanitario para afrontar desafíos como las incidencias en el suministro de medicamentos, la falta de profesionales sanitarios, las inequidades en el acceso a servicios sociales y sanitarios; el reto medioambiental o la pandemia de la salud mental. Estamos convencidos de que en todos ellos la farmacia tiene mucho que aportar en un proceso que no debe de desaprovechar ni uno solo de los profesionales y estructuras sanitarias y que debe realizarse convisión a largo plazo.
En este camino, la farmacia puede aportar una serie de activos que el sistema sanitario necesita y la sociedad demanda. Una fortaleza que permitirá sumar a los cerca de 80.000 farmacéuticos colegiados y la capilaridad y potencial de las más de 22.000 farmacias comunitarias. Una labor que permitirá aliviar la presión asistencial que sufre el sistema fomentando la prevención de enfermedades con cribados desde la farmacia. Además, se reforzaría la eficacia y la eficiencia con servicios como el seguimiento farmacoterapéutico o la cesación tabáquica.
Una integración de la farmacia que podemos consolidar a través de importantes reformas legislativas que están en marcha en la actualidad. Como la de la legislación farmacéutica europea, que puede incorporar a las farmacias, y los trabajos que están liderando en este ámbito, para ayudar a combatir las faltas de suministro de medicamentos si permite que los farmacéuticos comuniquen situaciones de escasez. Un problema que también puede abordarse facilitando la actuación del farmacéutico en situaciones especiales.
En España, la futura reforma de la Ley de Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios se presenta también como una oportunidad para mejorar el acceso a los medicamentos innovadores consolidando experiencias de éxito como la dispensación colaborativa entre farmacia hospitalaria y farmacia comunitaria. Hecho que, además, garantizaríala intervención de un farmacéutico a lo largo de todo el proceso.
"La farmacia puede aportar una serie de activos que el sistema sanitario necesita y la sociedad demanda"
La Salud Pública es otro de los grandes ámbitos de la asistencia sanitaria en los que se están revisando sus normativas. Sin duda una mayor integración de la farmacia comunitaria en las estrategias de salud pública, así como en la nueva Agencia Estatal de Salud Pública, mediante la creación de una red nacional de farmacias centinela permitiría adelantarse a situaciones de riesgo y, a la vez, explotar todo el potencial de las farmacias en la prestación de servicios de prevención como cribados o apoyo en las campañas de vacunación.
Estos y otros temas se repasaron en Valencia, en nuestro Congreso Nacional Farmacéutico, en el que quedó patente que la vocación de servicio y la defensa del interés general del paciente, son las señas de identidad de la profesión farmacéutica. Los farmacéuticos somos un catalizador del cambio sanitario y social, al que queremos contribuir trabajando siempre junto al resto de profesionales sanitarios, las administraciones y los ciudadanos.