Una de las grandes ventajas de nuestro sistema sanitario público es el alto nivel de la industria farmacéutica de medicamentos genéricos afincada en España, cuyo impacto positivo no sólo beneficia a la salud y la calidad de vida de la población. También se hace sentir en la reactivación social y el crecimiento de nuestro producto interior bruto.
Este sector cuenta con veinte plantas de producción dentro de nuestras fronteras, da trabajo a más de 40.000 personas y destina un 3,5 % de su facturación a innovación y desarrollo. En los últimos años, ha realizado una inversión que supera los 600 millones de euros. Asimismo, todo el ahorro que genera el mercado de medicamentos genéricos (hablamos de un ahorro medio anual de más de mil millones de euros) actúa como vasos comunicantes en financiación. Como país y como sociedad podemos, debemos, sentirnos afortunados y orgullosos de contar con una industria farmacéutica de medicamentos genéricos local con capacidad no sólo para abastecer el mercado y garantizar el suministro de fármacos esenciales, sino también para generar empleo cualificado, fomentar la I+D+i y contribuir a la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud.
Queda margen de mejora. Alcanzable si se adoptan medidas que apoyen una política de reindustrialización del sector. Una idea que defiende y promueve la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG) y que reduciría la dependencia de terceros países en lo que a suministro de fármacos y materias primas para su fabricación se refiere, además de potenciar el tejido industrial nacional. Recordar que la industria de medicamentos genéricos en España se encuentra desde hace años en una situación complicada, fruto de un crecimiento estancado y la reducción constante de sus márgenes de beneficio, puede que no sea muy original, pero sí necesario. Urge revertir este escenario y proteger la actividad económica del sector si no queremos perder todo lo conseguido.
La industria de medicamentos genéricos se encuentra en una situación complicada. Urge revertir este escenario y proteger la actividad económica del sector para no perder todo lo conseguido
Las medidas a adoptar no requieren gran infraestructura ni revisten gran complejidad. Entre ellas: reducir las barreras de entrada de medicamentos genéricos disminuyendo sus plazos de inclusión en la prestación farmacéutica del sistema sanitario; fomentar medidas progenéricos que ayuden a incrementar la penetración, marcando la diferencia con los medicamentos de marca; seguir avanzando en la comunicación de estos fármacos; que se respete la Cláusula Bolar y los periodos de exclusividad de datos actuales.
Cabe no olvidar tampoco que la mitad de los medicamentos genéricos que se comercializan en España tienen un precio inferior a 1,60 euros. Un aumento del 20 % absorbería una parte importante de las subidas de los gastos de fabricación que soporta la industria desde 2021 derivados de la pandemia y la guerra de Ucrania. Ayudar al sector a desarrollarse con normalidad, como sí están haciendo otros países de nuestro entorno, sería un acierto con positivas consecuencias sanitarias, sociales y económicas.