Individual y colectivamente estamos ansiosos por recuperar la normalidad en nuestras vidas. La pandemia por COVID-19, que ha excedido lo sanitario, esta siendo una crisis total que ha convulsionado al mundo entero llenándolo de sufrimiento en medio de la perplejidad de encontrarnos con una situación impredecible. Todo ha ido muy rápido. Diciembre de 2019 nos parece una fecha muy lejana en la que con peores o mejores perspectivas nos preparábamos para afrontar el año 2020 con convicciones y dudas que ahora nos parecen nimiedades.
Afortunadamente en este inicio del otoño de 2021, parece que en nuestro entorno más inmediato se va consolidando la tendencia a la baja de nuevos positivos y hospitalizados, con una incidencia por 100.000 habitantes por debajo de 70 contagios a nivel nacional. En la Comunidad de Madrid, el porcentaje de población con la pauta completa de vacunación contra la COVID 19 se sitúa en el 75,1%, cifra muy positiva, aunque si lo que tenemos en cuenta es la población diana de la vacunación (5,9 millones de los 6,8 millones de ciudadanos de la región), los inmunizados ascienden al 86,3%.
"Puedo afirmar que ya estamos al cien por cien de nuestra capacidad asistencial, con el plus de excelencia que nos otorga la eficiencia de nuestros servicios ofertados en el menor plazo posible"
El avance de este escenario, que esperamos que gracias a las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias de nuestra Comunidad pueda mejorar, nos sitúa en la aproximación a la normalidad a la que nos referíamos al principio. Ahora bien, normalidad es algo subjetivo que depende de las expectativas de cada cual. Lo que queremos, lo que nos gustaría, es recuperar algunas de las certezas de las que disponíamos antes de la pandemia, incluidas aquellas a las que es preciso recurrir cuando hay una alteración en nuestra salud. Me refiero a lo que considerábamos, y así debe volver a ser, a las relacionadas con cuidarnos lo mejor posible, poder acudir al especialista cuando lo necesitamos, disponer de las pruebas diagnósticas pertinentes, etc., en función de la situación. Eso, desde nuestro punto de vista, constituye una vuelta a la normalidad en una sociedad como la madrileña que disfruta el PIB per cápita más alto de todas las Comunidades Autónomas, según los últimos datos actualizados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En nombre de la Asociación de Centros y Empresas de Hospitalización Privada de Madrid (ACHPM), que tengo el honor de representar, les aseguro que estamos preparados de manera concienzuda para esa vuelta a la normalidad. Durante la pandemia, a las órdenes de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, hemos puesto todos nuestro recursos humanos, tecnológicos y hospitalarios a la plena disposición de esa autoridad sanitaria única. Según se ha ido avanzando en la mejora de la situación y siguiendo esa progresión prudente que, por lógica cumple con los protocolos anti-COVID establecidos, hemos avanzado en la recuperación de la actividad que desgraciadamente había quedo pospuesta: consultas, pruebas diagnósticas, cirugías, rehabilitación… Puedo afirmar que ya estamos al cien por cien de nuestra capacidad asistencial, con el plus de excelencia que nos otorga la eficiencia de nuestros servicios ofertados en el menor plazo posible.
"Nueve hospitales privados de la Comunidad de Madrid se encuentran en el TOP 10 de los hospitales privados de España mejor evaluados"
Muchos ya las conocen, pero parece oportuno recordar las magnitudes de la sanidad privada madrileña. Lo primero su factor humano, es decir, 70.000 profesionales a plena disposición. Los mismos desarrollan su actividad en 49 centros hospitalarios, que representan el 53,8% de la totalidad de hospitales de la región, aportando 6.744 camas. Añadamos 250 quirófanos y un parque tecnológico actualizado y puntero con capacidad para dar servicio a 2,6 millones de habitantes.
Desde la perspectiva de la calidad de los servicios prestados, según el ranking 2020 de MERCO, monitor empresarial de reputación corporativa, nueve hospitales privados de la Comunidad de Madrid se encuentran en el TOP 10 de los hospitales privados de España mejor evaluados. Nueve entre los diez primeros es como para estar muy satisfechos.
De una u otra manera nuestros servicios alcanzan a toda la sociedad madrileña. Desde lo que podríamos considerar privados puros, a los beneficiarios de las pólizas de seguros libres de salud, ciudadanos provenientes de la colaboración público-privada con la Consejería de Sanidad a través de conciertos parciales y sustitutorios, o los procedentes de mutualismo administrativos (MUFACE, ISFAS y MUGEJU). Colectivo, este último que reúne al 17,2% de la población madrileña, que tiene la posibilidad de optar libremente por cobertura sanitaria publica o de una compañía privada. Prueba de la excelente calidad asistencial sanitaria prestada por el sector sanitario privado madrileño, es que el 82% de los que están cubiertos por alguna de las tres mutualidades de funcionarios ya señaladas, ha escogido la cobertura de la sanidad privada. Ochenta y dos de cada cien, no tengo más remedio que estar orgulloso de que nos escojan.
Nuestra única determinación es prestar el mejor servicio posible a los pacientes. Comprobar que hemos sido capaces de llevar a cabo ese propósito y que es reconocido por sus destinatarios es el mejor de los estímulos para seguir en nuestro afán de mejora continua.