La Constitución Española de 1978 reconoce tanto la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado, como la libertad de las empresas a asociarse para la defensa y promoción de sus intereses económicos y sociales. Ya al inicio de la transición, con un escenario democrático aunque todavía en una etapa preconstitucional, la Ley 19/1977 había consagrado el derecho de asociación de trabajadores y empresarios para la defensa de sus intereses. Fue entonces, hace más de cuatro décadas, cuando en diciembre de 1977 se constituyó la Asociación de Centros y Empresas de Hospitalización Privada de Madrid (ACHPM) para representar, fomentar y defender los objetivos comunes que conciernen a sus miembros, empresas de la sanidad privada madrileña.
La sanidad española, y por supuesto la madrileña, de hace cuarenta y dos años era radicalmente distinta de la actual. Todavía existía el Instituto Nacional de Previsión (INP) y el paraguas de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social que amparaba mutualmente a sus trabajadores asegurados, familiares y pensionistas cubría a la mayor parte de la población. Quedaba un segmento, mucho menor, de empresarios y profesionales liberales que recurrían a la sanidad privada directamente o a través de aseguradoras. Las empresas de la sanidad privada, lógicamente, también eran de menor dimensión, pero fueron capaces de organizarse, dotarse de servicios propios de interés común y representar a sus asociados ante la Administración y en la negociación colectiva.
"La sanidad privada es un sostén básico del bienestar y la salud en la Comunidad de Madrid"
En 1978 se creó el Instituto Nacional de la Salud (INSALUD) y pronto se inició un dilatadísimo periodo de transferencias de la asistencia sanitaria pública (desde 1981 hasta 2002) desde la Administración central a las Comunidades Autónomas. En 1986 la Ley General de Sanidad cambió el modelo de Seguridad Social por un Sistema Nacional de Salud (SNS) de cobertura universal, pero con reiterados problemas de insuficiencia para su financiación, y prácticamente desde entonces el sistema sanitario público, con una gestión territorialmente dispersa, busca y ensaya alternativas. Mientras tanto España ha cambiado, la sociedad se ha desarrollado y ha ganado en niveles de renta y de libertad de elección. Aunque el SNS garantiza a todos los españoles una cartera básica de servicios, la sanidad privada ha ido creciendo paulatinamente de manera continua. Por una parte, complementa a la sanidad pública a través de conciertos allí donde son requeridos, por otra, aporta a los ciudadanos que buscan su atención una dosis diferencial de alternativas clínicas y de bienestar. Según un reciente estudio, más de 8,8 millones de ciudadanos mantienen un seguro sanitario privado, y 1,2 millones de funcionarios han elegido la asistencia sanitaria privada por medio de sus mutuas. Los ciudadanos con un seguro sanitario privado, acreedores igualmente de su derecho a la sanidad pública por la cobertura universal, por esa dualidad, ahorran anualmente al SNS entre 4.200 y 8.100 millones de euros, una diferencia, explica el IDIS, que depende del nivel de utilización de una u otra modalidad asistencial según decidan sus protagonistas.
En el caso de la Comunidad de Madrid, el ratio de penetración del seguro sanitario privado se encuentra en torno al 40% de la población, según el informe “Estamos Seguros”, de UNESPA. El Instituto Nacional de Estadística (INE) cifra en 27.447 el número de empresas sanitarias radicadas en Madrid que, es, por otra parte, la comunidad autónoma que más sanitarios emplea en la sanidad privada, ya que un 47% de los trabajadores del sector desarrollan sus funciones en este ámbito, seguida por Cataluña (31%) y Andalucía (25,9%). En este marco, las empresas de la sanidad privada de Madrid han sentido la necesidad de sumar, de adherirse, para establecer líneas de colaboración y potenciar su interlocución institucional.
"El agrupamiento empresarial en marcha aglutina a la mayor parte del sector, pero la Federación está abierta a nuevas incorporaciones para conformar un “todo” que sea mucho más que la suma de las partes"
La Asociación de Centros y Empresas de Hospitalización Privada de Madrid (ACHPM), pionera, ha ido desarrollando a lo largo de estos cuarenta años una estructura adecuada a los cambios producidos. Asimismo, convencida de la necesidad de aglutinar a todo el sector de la sanidad privada madrileña, con independencia de la dimensión y el volumen de facturación, en aplicación de ese literario compromiso “Todos para uno, uno para todos”, que Alejandro Dumas puso en boca de Los Tres Mosqueteros, ha participado junto a la Asociación de Clínicas sin Internamiento de la Comunidad de Madrid (ACESIMA) y la Asociación Nacional Empresarial del Laboratorio Clínico (ANLAC), en la puesta en marcha de la Federación de Asociaciones de Asistencia Sanitaria Privada de la Comunidad de Madrid. Su objetivo es poner en valor el papel de la asistencia sanitaria privada en el conjunto del sistema de salud.
La sanidad privada es un sostén básico del bienestar y la salud en la Comunidad de Madrid. El agrupamiento empresarial en marcha aglutina a la mayor parte del sector, pero la Federación está abierta a nuevas incorporaciones para conformar un “todo” que sea mucho más que la suma de las partes. Se busca, es evidente, la promoción y la defensa de los intereses de los proveedores de servicios sanitarios privados madrileños ante la Administración y otros operadores como entidades aseguradoras o la industria, con los que se dan relaciones desiguales, pero sobre todo, y este es un compromiso irrenunciable, se hace hincapié en buscar fórmulas de cooperación, de trabajo conjunto y de transmisión de conocimiento en beneficio del paciente. Nuestra razón de ser.