Si hay algo que quienes se dedican a la sanidad, tanto desde el ámbito público como desde el privado, tienen claro es que el paciente y su bienestar es lo más importante. En la Comunidad de Madrid viven casi siete millones de ciudadanos. Esto supone una densidad de población de la ciudad de Madrid, junto con la de los 27 municipios más inmediatos de su corona metropolitana, de 2.800 habitantes por kilómetro cuadrado, lo que equivale a decir que es la tercera zona más poblada de Europa, sólo superada por París y Londres. En este contexto, la sanidad tiene un gran reto por delante para garantizar una asistencia de calidad a una región con las características de la Comunidad de Madrid.
"Poder disponer de un historial compartido permite mejorar la asistencia ofrecida a los pacientes y evita que los datos consultados se encuentren incompletos, la duplicidad de pruebas y asegura una mayor agilidad a la hora de ofrecer un diagnóstico sin importar si se encuentra en la sanidad pública o en la privada"
Para hacer frente a este reto, hay que aunar. Si se suman los recursos públicos y privados, la atención sanitaria en Madrid cuenta con 144.000 profesionales, 83 hospitales con 20.800 camas, 680 quirófanos, 126 resonancias magnéticas, 14 litotricias por ondas de choque, 17 tomógrafos por emisión de positrones, 83 mamógrafos, 43 densitómetros óseos, 106 tomógrafos axiales computerizados, 48 aceleradores de partículas, 49 salas de hemodinámica, 48 angiógrafos por sustracción digital; 31 gamma cámaras, 26 tomógrafos por emisión de fotones y 666 equipos de hemodiálisis. En definitiva, sumando recursos se puede ofrecer un servicio sin fisuras a los pacientes de una comunidad tan poblada como la nuestra.
Otra particularidad de la Sanidad en la Comunidad de Madrid es que los pacientes a menudo son atendidos en distintos centros, tanto públicos como privados, en distintos momentos. Gracias a la modificación legal aprobada en diciembre por el Pleno de la Asamblea de la Comunidad de Madrid, ahora es posible compartir la historia clínica entre entidades públicas y privadas promoviendo la colaboración entre las mismas, con lo que la asistencia mejora sustancialmente. Poder disponer de un historial compartido permite mejorar la asistencia ofrecida a los pacientes y evita que los datos consultados se encuentren incompletos, la duplicidad de pruebas y asegura una mayor agilidad a la hora de ofrecer un diagnóstico sin importar si se encuentra en la sanidad pública o en la privada.
Por tanto, la Comunidad de Madrid dispone de un sistema mixto de servicios sanitarios públicos y privados que deben aprovechar al máximo su potencial para prevenir, cuidar y salvar cumpliendo la máxima de “dar a los pacientes más de lo que esperan”.