Los últimos acontecimientos vividos en el entorno del Gobierno no han sido muy buenos que digamos. La derrota de la vicepresidenta Nadia Calviño, que aspiraba a presidir el Eurogrupo y los problemas internos, con un vicepresidente, Pablo Iglesias, en horas bajas, perdiendo cada vez más poder y enfrentado a otros miembros del gobierno hace pensar que Pedro Sanchez puede mover ficha y reestructurar el Gobierno.
Las complicadas negociaciones que se han vivido en el seno de la Unión Europea para acordar el reparto de los fondos de reconstrucción han sido satisfactorias para nuestro país, pero requerirá de ajustes y esfuerzos importantes que no está muy claro que tenga el apoyo total de todos los miembros del Gobierno de coalición. Esto unido a la amenaza de un posible rebrote, que puede suponer la puntilla para la débil economía española, son sólo algunas de las preocupaciones de Pedro Sánchez que ve cómo se puede complicar la legislatura.
Pedro Sánchez tiene que potenciar la sanidad para dar respuesta a lo que se nos puede venir encima si no somos capaces de controlar este conato de segunda ola y el previsible rebrote de otoño
Pero el presidente ha encontrado en el Ministro de Sanidad, Salvador Illa un aliado incondicional. Dialogante, de buen talante, con una actitud positiva trasmite confianza y es la persona idónea para que en la próxima restructuración del Gobierno (que según los expertos no tardará mucho) ocupe una posición de mayor relevancia y responsabilidad. Pedro Sánchez tiene que potenciar la sanidad para dar respuesta a lo que se nos puede venir encima si no somos capaces de controlar este conato de segunda ola y el previsible rebrote de otoño.
Pero claramente el talón de Aquiles de Illa ha sido su propio equipo. Equipo que él no eligió y que no ha dado la talla en esta crisis. Es “vox populi” en los pasillos del ministerio que la comunicación entre el ministro y Patricia Lacruz es prácticamente inexistente y que tampoco parece que exista mucho dialogo con Faustino Blanco ni Pilar Aparicio. De hecho, al parecer se está buscando un/a nuevo/a responsable de Salud Pública, lo que hace prever que la reestructuración del ministerio será inminente.
Con la experiencia que ha adquirido el ministro en estos meses tan intensos ya tendrá una idea muy bien formada de quién es quién en el sector salud y con quien querrá formar equipo en un futuro para poder afrontar con cierta garantía la reestructuración de la sanidad que tanta falta hace. Sería una sorpresa para todos, incluido para el presidente del Gobierno, que siguiera alguno de los miembros de primer nivel que hay actualmente en el ministerio de sanidad.