“La famiglia è la patria del core” (La familia es la patria del corazón). A Giuseppe Mazzini, uno de los padres de la reunificación italiana de mediados del XIX, se le asigna la autoría de esta proverbial frase que sirve de antesala a esta tribuna.
En efecto, la familia es el oasis al que acudir en medio de la vorágine, del caos, del desorden, el basamento fundamental de nuestra vida en sociedad. Y es bueno conservarla, incentivarla y alimentarla porque nunca sabemos cómo nos pueden venir dadas por si tenemos que refugiarnos en el calor de su origen para encontrar el santuario protector.
Las primeras secuencias de todo tipo de aprendizaje son en el seno de la familia, sea por imitación de movimientos, gestos, ruidos etc, hasta alcanzar la abstracción o la interiorización de actitudes o valores como impronta y referente de nuestras conductas.
La medicina, como saber científico, tiene un basamento en su cuerpo doctrinal, en su basta teoría, en el conocimiento adquirido por quienes lo han desarrollado con su experiencia, su estudio, sus ensayos y por supuesto sus errores, porque la práctica es esencial en toda ciencia.
"La ciencia sin el progreso tecnológico seguiría como en algunas civilizaciones de la Amazonía o de África, en un estado tribal o de franco subdesarrollo. La pura especulación o conjetura camina próxima a la tecnología o la industria, de ahí que los avances tengan estos vectores y tractores"
Y en el campo de la salud no hay otro objetivo que mantenerla y si se puede mejorarla. Todos los que nos dedicamos a este campo hemos leído a Averroes, Galeno, Hipócrates, Avicena, y más recientes tres Williams: Harvey, Osler y, por barrer para casa, Morton. Todos abordaban el organismo como un todo, en interacción con el entorno o ecosistema, sin especificaciones por áreas y mucho menos por especialidades concretas.
Es en el s. XIX cuando empiezan a discernirse y a segregarse las diferenciaciones que hoy, siglo y cuarto más tarde, configuran en el mundo desarrollado las múltiples ramas que componen el conocimiento de la salud global. Y lo matizo porque la ciencia sin el progreso tecnológico seguiría como en algunas civilizaciones de la Amazonía o de África, en un estado tribal o de franco subdesarrollo. La pura especulación o conjetura camina próxima a la tecnología o la industria, de ahí que los avances tengan estos vectores y tractores.
Y por mor de esa evolución progresiva cada rama ha ido creciendo más y más, hasta el punto de poder hablar de subespecialidades que son demandadas por la ciudadanía y que atraen el interés de los futuros profesionales, cada uno movido por sus propias motivaciones, que no siempre coinciden con las de un sistema de atención público con vocación de cobertura universal.
"Una de esas áreas de conocimiento y ejercicio conserva el germen capaz de reunirlas a todas en una sola, por ser la base sobre la que se asienta el resto: la medicina general o familiar"
Una de esas áreas de conocimiento y ejercicio conserva el germen capaz de reunirlas a todas en una sola, por ser la base sobre la que se asienta el resto: la medicina general o familiar. Los que tenemos una edad sabemos cómo se repartían en tiempos las especialidades, según gustos personales, disponibilidad de plazas o necesidad de cada centro, contactos familiares, etc. Era un reparto dactilar, en absoluto analógico, ni consecuencia del resultado de un examen (MIR) como sucedió a partir de los 80´s.
En esa etapa muchos hacíamos prácticas como “médicos de cabecera” en verano, aprovechando las bajas estivales y los conocimientos frescos de una carrera recién terminada, pero sin una formación específica. Los titulares estaban avalados por décadas de rodaje y representaban la primera fase de cribado, imprescindibles para llegar al terapeuta idóneo.
Su imagen no siempre fue bien vista ni respetada, pese a ser la puerta de entrada o incluso la estación final de un tratamiento. Se cuestionaban y/o denostaban sus valoraciones, porque en España todo el mundo tiene un seleccionador dentro y un médico de andar por casa. Hoy son licenciados especializados en Medicina Familiar, que han pasado un examen y un periodo de residencia que les catapulta a un grado de conocimiento capacitante para tomar decisiones imprescindibles en la cadena de órdenes sanitarias.
"La medicina de familia es la puerta de entrada al sistema y poseedora de un gran conocimiento del entorno lo que hace que su labor sea esencial y sea merecedora de una más alta consideración social"
Y pese a ello parece que ni pacientes ni autoridades sanitarias advierten la importancia de esta plataforma en ese complejo engranaje que llamamos actuaciones sanitarias para la salud humana. Hasta el punto de desmotivar a los propios electos a la hora de seleccionar plaza. La medicina de familia es la puerta de entrada al sistema y poseedora de un gran conocimiento del entorno lo que hace que su labor sea esencial y sea merecedora de una más alta consideración social.
En toda cadena de montaje o proceso productivo encadenado, cada pieza, cada operario, resulta vital, pero ni todas las piezas valen lo mismo, ni todos los operarios perciben idéntico pecunio. El problema es que el progreso ha convertido la salud en un bien especulativo y todos queremos ganar más y por ende tener más prestigio. La vida nos devuelve a la realidad y desmiente esas creencias fantasmagóricas.
El mejor ejemplo está en el ámbito rural. La función que desempeñan los tradicionalmente llamados “médicos de pueblo” resulta de todo punto incontrastable, siendo esenciales para la salubridad del medio como para esos vecinos que distan cientos de kilómetros de centros de referencia. Sin ellos, la atención de proximidad y precoz primaria no existiría. La gente moriría en estados precarios, sin dignidad ni consuelo.
Si no podemos disponer de médicos de proximidad, deberíamos disponer de los medios de conseguir la proximidad a los médicos mediante sistemas de transporte y comunicación adecuados para las zonas periféricas. Es decir, transportistas, taxis, furgonetas, ambulancias que permitan la accesibilidad a personas que estén lejos. Si no tenemos médicos para hacer guardia en cada pueblo, si podemos disponer de este sistema que aproxime al lugar de referencia a los pacientes
Vaya desde esta humilde tribuna mi admiración y respeto hacia todos los compañeros que desempeñan tamañas funciones, porque sin ellos… este ansiado objetivo que llamamos salud, se desmoronaría.