El liderazgo en el sector de la Salud presenta la característica muy específica de que se rige por criterios objetivos como datos, resultados clínicos, KPI’s, Outcomes, etc. y al mismo tiempo debe prestar atención, ser empático y emocionalmente sensible frente a intangibles como la percepción de bienestar de los pacientes, la angustia de las esperas, la incertidumbre ante una información, los sentimientos al comunicar resultados y muchos otros. Esta combinación bastante única, requiere de una integridad profesional a prueba de ideologías. Para ponerlo aún más difícil, la Investigación e Innovación permanentes y acontecimientos recurrentes como pandemias, guerras, crisis, etc. han puesto de relieve la importancia de un liderazgo ágil y de la capacidad de adaptación de los directivos y profesionales de nuestro sector.
Nuestros líderes de entornos sanitarios deben ser capaces de mantener un reciclaje permanente, así como mantenerse en la vanguardia científica para poder tomar decisiones rápidas y efectivas en situaciones de crisis, -a menudo desafíos globales- y para ello se precisa un enfoque interdisciplinar al que muchos no estaban acostumbrados. Un líder debe ser capaz de adaptarse muy rápidamente a situaciones cambiantes y demostrar resiliencia frente a momentos de crisis y emergencias.
En paralelo, estamos en un momento en que crecen las voces que reclaman una mejor promoción de laEquidad, el Acceso a la Salud y a la atención médica, hasta convertirse en un tema central. Los líderes buscan abordar disparidades en el acceso y la calidad de la atención, trabajando hacia sistemas más inclusivos. Y en el aspecto laboral, la Inclusión, la Diversidad y la Equidad están ya entre nosotros y nosotras aportando valor y perspectiva.
Los líderes más avanzados desarrollan además estrategias para apoyar la salud y el bienestar mental de los trabajadores de sus equipos, al tiempo que mejora para la población en general el acceso a servicios de Salud Mental
Los líderes de nuestro sector están adoptando un enfoque mucho más colaborativo e interdisciplinar que en el pasado. Esta tendencia se encuentra también en otros sectores y ahora ya, es auténticamente global, reconociendo la importancia de trabajar en estrecha colaboración con profesionales. No sólo los clásicos equipos: médico/farmacéutico/enfermería/gestores, si no procedentes de la Ingeniería, Derecho, Economía, etc. para poder abordar desafíos cada vez más complejos y que implican transformación digital, IA, blockchain, Devices,3D, etc.
Los líderes más avanzados desarrollan además estrategias para apoyar la salud y el bienestar mental de los trabajadores de sus equipos, al tiempo que mejora para la población en general el acceso a servicios de Salud Mental. Por otro lado, una Comunicación clara y efectiva es esencial en el liderazgo moderno. Como diferenciación fundamental con los robots, las máquinas, chatbots, etc. los líderes del futuro deben formarse para ser capaces de transmitir información de manera clara y empática, tanto a los profesionales de la salud como a los pacientes, sus familias y otros actores menos habituales.
Y otro rasgo clave en los líderes del sector es una gestión de recursos eficiente, considerando el personal, los equipos materiales y los presupuestos asignados. Una toma de decisiones informada y estratégica es esencial para garantizar la eficiencia operativa. Finalmente, un/a líder que quiera enfrentarse a los retos globales por venir debe desarrollar el Talento y el Liderazgo en su organización: un desarrollo continuo del talento. Esto incluye la promoción de un ambiente que apoye el crecimiento y el aprendizaje de manera continua, hasta formar parte de la cultura y ADN de la organización.