La libertad es un valor esencial y el principio organizador de toda sociedad avanzada. Para ser efectiva, necesita materializarse en realidades concretas, y la asistencia sanitaria es una de ellas. Una sanidad de calidad debe contar con una permanente orientación al paciente y esto solo es posible cuando éste tiene la libertad de elegir el centro sanitario u hospital en el que quiere ser atendido.
La posibilidad de que el paciente tenga la libertad de elección de hospital y médico lo sitúa en el centro de atención de los sistemas de salud, donde siempre debería estar. La gran ventaja para los pacientes de la Comunidad de Madrid que ejercen su libertad de elección tanto en la sanidad pública como en la privada, es que la asistencia ofrecida es excelente. Los aspectos clínicos, esencia y fin último de cualquier servicio sanitario, y también los de confort, puesto que el paciente doliente necesita atención a sus deseos cotidianos que se han visto alterados y, cómo no, respeto y cariño.
"La gran ventaja para los pacientes de la Comunidad de Madrid que ejercen su libertad de elección tanto en la sanidad pública como en la privada, es que la asistencia ofrecida es excelente"
Que el paciente pueda elegir dónde ser atendido fortalece su capacidad para participar realmente en la toma de decisiones relacionadas con su salud, ya que permite exponer sus preferencias sobre el lugar y el equipo médico por el que desea ser atendido. Pero no solo es positivo para el paciente. Poder conocer el grado de satisfacción por lo servicios de salud ofrecidos ayuda al sistema sanitario tanto público como privado a conocer de primera mano el grado de conformidad con respecto a la atención sanitaria y nos ayuda a gestionar los recursos teniendo en cuenta los principios de calidad y eficiencia percibida por los pacientes.
En conclusión, debe ser compromiso del sistema sanitario seguir trabajando en la libertad de elección para dar a los pacientes más de lo que esperan.