El tabaquismo es un problema de salud pública de primer orden. En España todos los años mueren más de 52.000 personas a causa del tabaco; una cifra superior a la media de la Unión Europea.
En las últimas semanas el Ministerio de Sanidad ha lanzado una campaña de publicidad, para sensibilizar sobre las consecuencias del tabaco, cuyo mensaje es "Que no te engañen, el tabaco ata y te mata en todas sus formas", una campaña que ha supuesto el rechazo de una parte importante de la sociedad al incluir el vapeo como una forma más de consumir tabaco, cuando es totalmente falso. Los cigarrillos electrónicos no contienen tabaco y se utilizan precisamente para el tratamiento del tabaquismo.
Tanto los fabricantes como la asociación de vapeadores no entienden por qué el Ministerio lanza una campaña tan agresiva contra el vapeo cuando es una herramienta que puede salvar vidas y está regulada en un gran número de países. El cigarrillo electrónico forma parte del arsenal terapéutico que existe hoy día para el tratamiento de deshabituación tabáquica, como son también los parches, chicles, caramelos y sprays de nicotina o tratamientos farmacológicos como el bupropion o vareniclina.
Carcedo ha reconocido públicamente que ha sido un error incluir al cigarrillo electrónico entre las formas de consumir tabaco, pero se ha negado a retirar la campaña
Ninguno de ellos ha podido probar que su uso sea totalmente inocuo, pero todos han demostrado que la relación beneficio riesgo es lo suficientemente alta como para justificar su uso, y es por ello, que una gran parte de especialistas médicos recomiendan alguna de estas formas para dejar de fumar, incluido el cigarrillo electrónico, con tal de abandonar el tabaco.
La propia ministra de sanidad, María Luisa Carcedo, ha reconocido públicamente que ha sido un error incluir al cigarrillo electrónico entre las formas de consumir tabaco, pero se ha negado a retirar la campaña. Ahora la polémica está servida ya que el Gobierno está destinando una importante cantidad de dinero público a una campaña de educación sociosanitaria y de sensibilización contra el tabaquismo donde no dice toda la verdad.
La polémica sube de tono cuando la propia ministra en un gesto tachado de electoralista, anuncia la financiación del Champix (vareniclina) a partir del próximo mes de enero de 2020, y posiciona de esta forma al medicamento de Pfizer como la única opción terapéutica anti tabaco válida para el Ministerio, cuando en realidad es una alternativa más, con sus beneficios y efectos adversos, como cualquier otra.