La carrera investigadora por hallar una solución terapéutica para hacer frente a la crisis desatada por el coronavirus ha mostrado en el último año la necesidad de la I+D de medicamentos.
En sólo unos meses se han puesto en marcha cientos de estudios con potenciales medicamentos y vacunas, lo que ha propiciado finalmente uno de los mayores hitos en la historia de la ciencia: tener las primeras vacunas contra el virus en apenas un año. Un logro extraordinario.
Y España está interpretando un papel protagonista en este ámbito. Nuestro país se ha situado como el primer país europeo y cuarto del mundo con mayor número de ensayos clínicos en marcha con medicamentos frente a la Covid-19, según los datos de la Organización Mundial de la Salud. Esta posición no es casual. Es fruto del trabajo colaborativo que desde hace años comparten Administración sanitaria, hospitales, investigadores, pacientes y compañías farmacéuticas, y que ha convertido a España en una referencia mundial en investigación clínica de nuevos medicamentos, lo que permite que nuestros hospitales formen parte de los ensayos internacionales más punteros, con un beneficio directo para nuestro sistema sanitario, sus profesionales y, sobre todo, los pacientes.
Los datos de la última Encuesta sobre Actividades de I+D que Farmaindustria realiza anualmente entre sus asociados, y que corresponden a 2019, constatan esta realidad. La inversión en investigación y desarrollo realizada por las compañías farmacéuticas en España marcó ese año un nuevo récord histórico, al superar los 1.200 millones de euros. Esto significa un crecimiento de más del 5% con respecto al año anterior, consolida el incremento sostenido en los últimos años y mantiene al sector como un líder en la I+D industrial en España. Casi uno de cada cinco euros que la industria invierte en I+D en España procede de la industria farmacéutica.
La inversión en investigación y desarrollo realizada por las compañías farmacéuticas en España marcó en 2019 un nuevo récord histórico, al superar los 1.200 millones de euros. Un crecimiento del 5% con respecto al año anterior
La otra cifra récord que arroja la encuesta es que son ya más de 5.000 los profesionales de la industria farmacéutica en nuestro país que dedican exclusivamente a la I+D. De ellos, 9 de cada 10 son titulados universitarios, lo que da idea de la alta cualificación del empleo que genera el sector.
Pero quizá lo más importante desde el punto de vista social es que casi la mitad de esos más de 1.200 millones de inversión se produce en contratos con terceros; es decir, en colaboración con hospitales, universidad y otros centros de investigación públicos y privados. Esto muestra la cualidad cada vez más colaborativa de la investigación en medicamentos que promueve la industria farmacéutica, que hace de nuestras compañías el motor del tejido investigador público y privado del país.
La dura crisis sanitaria que afrontamos muestra que la salud y la economía están estrechamente ligadas. Necesitamos invertir en investigación para dar con medicamentos que nos ayuden a cuidar la salud, y necesitamos sectores estratégicos que contribuyan a reactivar la economía e impulsar nuestro modelo productivo. España tiene en la industria farmacéutica y la investigación una gran oportunidad. Trabajemos todos juntos en una estrategia adecuada para no desaprovecharla y seguir creciendo.