Este año es clave para todas las personas que formamos parte de Otsuka Pharmaceutical. Después de haber celebrado nuestro centenario en 2022, este 2023 viene cargado de retos, entre los que tenemos la gran oportunidad de aportar nuevas opciones terapéuticas para los pacientes. Dar respuesta a las necesidades terapéuticas no cubiertas, poniendo el paciente en el centro de las políticas farmacéuticas y garantizar que tengan acceso a los tratamientos más avanzados en el menor tiempo posible debería ser un objetivo a nivel de país. Las inversiones que la industria farmacéutica lidera tienen un horizonte temporal de largo plazo, por eso necesitan un marco predecible y estable.
La sociedad no es aún consciente de lo complejo que es este proceso y de todas las etapas que requiere la aprobación de un fármaco, por este motivo necesitamos hacer un esfuerzo colectivo de comunicación. En este sentido, nuestro gran reto como industria es seguir demostrando a la sociedad la enorme contribución que ejercemos en la economía, la salud y el bienestar del país. Somos el sector que más invierte en I+D, uno de los que genera más empleo de calidad en nuestro país y estandarte de bienestar, en una sociedad cada vez más envejecida. Y precisamente, el aumento de la esperanza de vida de esta sociedad, acompañada de una buena salud, pasa por los nuevos medicamentos.
En un escenario macroeconómico marcado por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, tener un sistema de financiación en salud adecuado que garantice el acceso a los medicamentos innovadores es clave. Y no solo para todos los que somos pacientes, sino porque supone a medio y largo plazo, una apuesta segura para la sostenibilidad del sistema sanitario. Es una evidencia que el gasto en medicamentos se debe considerar una inversión, teniendo en cuenta el retorno económico, social y de bienestar que genera. El grupo Otsuka, invirtió 1.8 billones en I+D en 2021, una inversión que supone el 15.5% de su facturación, algo de lo que estamos tremendamente orgullosos.
Pero que a la vez nos obliga a poner de manifiesto que, para que esta inversión siga siendo sostenida, la aprobación de nuevos fármacos es clave. Y este proceso en España está lejos de ser rápido y equitativo, ocasionando un doble impacto: que el paciente tarde más en tener acceso al medicamento y que los inversores puedan recelar a la hora de apostar por nuevas inversiones. Es cierto que últimamente ha habido ciertos movimientos que nos dan esperanza en la reducción de tiempos en el proceso. Se ha anunciado que la Estrategia Farmacéutica Europea será una de las prioridades políticas durante la Presidencia Española de la Unión Europea en 2023. Si recordamos, los objetivos de dicha estrategia son, entre otros, poner al paciente en el centro de todas las políticas farmacéuticas, garantizar a los pacientes el acceso a los tratamientos más avanzados en el menor tiempo posible y dar respuesta a las necesidades terapéuticas no cubiertas.
Nuestro gran reto es seguir demostrando a la sociedad la enorme contribución que ejercemos en la economía, la salud y el bienestar del país
Para que esto sea posible, la coordinación entre la industria farmacéutica, autoridades sanitarias, asociaciones de pacientes, Administración Pública, sociedades científicas y profesionales sanitarios debe ser tremendamente sólida. Y con este convencimiento, junto al de que tenemos la suerte de pertenecer a un sector que supone un verdadero motor para la economía y la innovación en nuestro país, en Otsuka vemos con optimismo este 2023.