Gestión de crisis humanitaria

Alfonso Vidal
Jefe de las Unidades del Dolor de los Hospitales Sur, La Luz y Valle del Henares de Quirónsalud

“La verdadera crisis es la de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones”.

Albert Einstein (1879-1955)

Periódicamente organismos supranacionales, como la ONU, la OMS, el Banco Mundial, et al, y/o ThinkTanks internacionales elaboran informes sobre áreas muy amplias del conocimiento que afectan directa o indirectamente al ser humano según las dimensiones del fenómeno, su incidencia y las repercusiones de este.

No nos llamemos a engaño: no suele ser literatura sencilla, ni llana, ni de fácil digestión y mucho menos de consumo extendido entre el gran público, pues apenas se difunde, sino más bien para un foro selecto, a menudo elitista que lo entiende y sobre el que ciertos medios se hacen un eco relativo, hasta el punto de que suelen quedar semienterrados en páginas intermedias, ocupando faldones que deja la publicidad. En resumen, pasan total o parcialmente desapercibidos, aunque en un futuro puedan ser inhumados y rescatados de la hemeroteca.

Así ha sucedido con un informe presentado a finales de septiembre de 2019 a instancias de la ONU y el Banco Mundial titulado “UN MUNDO EN PELIGRO: Informe anual sobre preparación mundial para las emergencias sanitarias” y dirigido por la Junta de Vigilancia de Preparación Global (GPMB en sus siglas en inglés) de 48 páginas, que, en muy resumidas cuentas, habla del riesgo de nuevas pandemias y los recursos para afrontarlas y mitigar sus efectos.

Su punto de partida fue la Epidemia de Ébola de 2014, que afectó fundamentalmente a Liberia, Sierra Leona y Guinea, extrapolando las conclusiones a lo que podría ser un fenómeno de dimensiones planetarias a fin de evaluar los efectos y las respuestas internacionales. No hay tiempo ni lugar para desarrollarlo, amén de no ser experto en el tema. Si quieren aquí pueden leerlo:

https://apps.who.int/gpmb/assets/annual_report/GPMB_Annual_Report_Spanish.pdf

Más recientemente (2-I-2020) el diario El País reproducía el artículo titulado “Cómo prevenir la próxima pandemia. Un brote de enfermedad de gran escala es una perspectiva alarmante, pero completamente realista. Para mitigar los riesgos, el mundo debe tomar medidas hoy para estar preparado”, elaborado por Gro Harlem Brundtland y Elhadj As Sy, copresidentes del GPMB, que ahondaba en el informe previo.

"He oído hasta la saciedad que a un gestor se le pide anticipación, capacidad de respuesta, imaginación, audacia… pero magia creo que no está al alcance de ninguno"

Anticipando escenarios dramáticos en lo administrativo, económico y social como los que estamos presenciando con nuestros propios ojos en nuestras ciudades o en todo el mundo por TV, una de sus conclusiones fundamentales era que prepararse para las emergencias sanitarias de esta índole “rara vez es una prioridad para los líderes políticos” pese a presumibles estragos como la pérdida del 5% de la economía global.

Pero si les resulta escasa la anticipación, en marzo de 2015 Bill Gates, ya sumido en funciones de rico filántropo de causas humanitarias, como la lucha contra la malaria y el ébola, impartía una conferencia en Nueva York que se ha vuelto profética, incidiendo en las mismas prevenciones de lo dicho, pero iguales efectos.https://www.youtube.com/watch?v=aG1ohL002to&t=6s

Coronavirus Covid 19

Abstráiganse por unos momentos de la calamidad actual que estamos viviendo, del amargo confinamiento, de este férreo aislamiento impuesto a golpe de decreto a nivel mundial, y olviden por un momento que ya conocen los estragos en las bolsas, los mercados laborales, la paralización de casi toda la actividad económica, et al…Y ahora díganme ¿repararon en estos contenidos, leyeron entonces estas advertencias, se previnieron en el diseño de planes de contingencia y acopio de recursos como  insumos sanitarios?

"Todo ciudadano tiene derecho a una información veraz y comprensible, libre, sin censuras, ni cortapisas, desprovista de tabúes y remilgos"

Perdonen la arrogancia, pero me temo que la respuesta masiva es NO. Y no porque no tuviera importancia, como a la luz de los hechos así la ha tenido y va a seguir teniendo, sino porque como los presidentes de la Junta reconocen, tales informes no son prioritarios y menos sus conclusiones. Puede que sea el rechazo frontal a los mensajes apocalípticos; el lenguaje empleado; los medios elitistas de divulgación; la reiteración de incesantes informes igualmente catastrofistas que no van a ninguna parte… No sé, pero se pierden como lágrimas en la lluvia.

Estos días de reclusión mayor estamos comprobando que estamos rodeados de “capitanes a posteriori” que saben perfectamente el cómo, cuándo, dónde y de qué manera se nos venía encima este tsunami; de potenciales aspirantes al Nobel de Medicina por sus boutades en microbiología y virología; de sesudos mentores con máster en gestión de crisis y amenazas emergentes de pega; de mandatarios de la nada incapaces de diligenciar su propia casa; de soldados de fortuna política con dotes adivinatorias; de periodistas proféticos…

Puede que muchos avances de la labor investigadora emulen relatos de Ciencia Ficción, pero aún es pronto para hacer política, economía, medicina, etc, empleando la quiromancia, la bola de cristal, los astros, la ouija ... He oído hasta la saciedad que a un gestor se le pide anticipación, capacidad de respuesta, imaginación, audacia… pero magia creo que no está al alcance de ninguno ¿Cuál es el límite de la anticipación, generar alarmismo sin conocer sus efectos?

"Silbar al jugador que va a tirar el penalti o la canasta decisiva es lo más improcedente que cabe durante un partido" 

Otra cosa muy diferente son las evidencias, los datos contundentes, los hechos fehacientes, aquello que se puede contrastar y no depende de la intuición ni de la adivinación. Todo ciudadano tiene derecho a una información veraz y comprensible, libre, sin censuras, ni cortapisas, desprovista de tabúes y remilgos. Si se ha nombrado acertadamente un comité de crisis para centralizar la información lo suyo es que de ésta emane toda la posible, sin sesgos, sin limitaciones, sin miedos.

Cuando todo esto pase, habrá tiempo más que suficiente para valorar aciertos y errores y poner a cada uno en su sitio, y para otorgar todo el mérito o exigir toda la responsabilidad a los que tomaron las decisiones, pero "silbar al jugador que va a tirar el penalti o la canasta decisiva" es lo más improcedente que cabe durante un partido. Reserven energías en vez de restar y sumemos. Si no remamos todos en la misma dirección, al unísono y acompasados, corremos el peligro de perder el horizonte o, lo que es peor, de volcar.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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