Pensar fuera de la caja es una metáfora que significa generar ideas desde una nueva perspectiva y lejos de los esquemas mentales habituales. La pandemia por la COVID-19 es uno de esos momentos históricos que nos exigen pensar fuera de la caja para superarlo. Esta crisis no ha hecho más que reafirmar la necesidad de trabajar en otra dirección: el riesgo principal es volver a la (vieja) “normalidad”, ya que hacer las cosas como las hacíamos no nos lleva por el buen camino. El primer granito de arena hacia una nueva dirección lo puso la ONU hace cinco años en su sede de Nueva York, cuando bautizó los 17 conocidos como “Objetivos de Desarrollo Sostenible” (ODS), que a su vez contienen 169 metas a alcanzar.
Un reto global al que nos sumamos en GSK, donde hemos reforzado el compromiso para cumplir la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Nuestra naturaleza como compañía biofarmacéutica hace que contribuyamos de forma directa al ODS 3, cuyo objetivo es garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades. GSK suministra más de dos millones de dosis de vacunas al día a 160 países, llevamos 50 años desarrollando tratamientos para enfermedades respiratorias como el asma y la epoc y en España contamos con un centro de investigación dedicado en exclusiva a la investigación de tratamientos frente a enfermedades de países en desarrollo como la malaria o la tuberculosis, invirtiendo más de 260 millones de euros en I+D en los últimos cinco años.
La pandemia por la COVID-19 es uno de esos momentos históricos que nos exigen pensar fuera de la caja para superarlo.
Pero también trabajamos activamente para impactar a otros objetivos como el ODS 4, educación de calidad, fomentando las carreras científicas STEM entre las jóvenes y adolescentes a través del programa STEM Talent Girl; y el ODS 1, fin de la pobreza, colaborando con Save the Children para salvar la vida de un millón de niños y niñas de los países más pobres de todo el mundo. Además, queremos un mundo donde ellas no pierdan: la igualdad de género (ODS 5) está en el eje central de GSK y hemos sido reconocidos por ello; un mundo sin desigualdades (ODS 10), por lo que trabajamos a favor de la diversidad y la inclusión a través de consejos y programas de discapacidad, género, etnia y LGTB (en 2019 pusimos en marcha el grupo de trabajo Spectrum España, que trabaja para visibilizar la realidad LGTB+ en el entorno laboral); y un mundo que cuida del medio ambiente (ODS 13), contribuyendo a reducir nuestra huella medioambiental. Estamos convencidos de que nuestra mejor vacuna para el futuro es proteger la naturaleza y la biodiversidad.
Por eso hemos establecido nuevos y ambiciosos objetivos medioambientales para 2030: programas para compensar el impacto que la empresa no pueda reducir, 100% uso de electricidad de fuentes de energía renovables y buena administración del agua en todas las instalaciones de GSK, 100% uso de materiales de origen sostenible y libres de deforestación y transición al uso de vehículos eléctricos por parte del 100% de la fuerza de ventas de GSK en todo el mundo.
Queremos ser una compañía líder en la búsqueda de un desarrollo responsable y sostenible a través de la innovación que nos acerque a nuestro principal objetivo, transformar la vida de millones de personas en todo el mundo para que puedan hacer más, sentirse mejor y vivir más tiempo. En GSK nos gusta pensar en términos de generaciones en lugar de trimestres. Y no solo imaginamos un futuro más sostenible, sino que ya hemos empezado a construirlo.