El envejecimiento es un complejo proceso multifactorial que cursa con un deterioro progresivo de las capacidades fisiológicas, aumentando, por tanto, la susceptibilidad a padecer simultáneamente diferentes enfermedades crónicas e infecciosas (multimorbilidad). En la actualidad, la edad cronológica es el indicador general de envejecimiento y es considerado un importante factor de riesgo para la aparición de las principales enfermedades crónicas. Sin embargo, el proceso de envejecimiento fisiológico puede diferir sustancialmente entre diferentes individuos, ya que éste puede estar marcadamente condicionado por factores biológicos y hábitos conductuales modificables. En este sentido, diferentes estudios han revelado que la edad de aparición de multimorbilidad ocasionado por deterioro funcional orgánico podría variar entre 10-15 años.
Estos datos sugieren que la edad cronológica no es un buen marcador del estado de envejecimiento del organismo, requiriéndose el desarrollo de nuevas aproximaciones a un nuevo concepto denominado “edad biológica” La edad biológica se refiere a la situación actual del sujeto en relación con su ciclo vital potencial. Tiene en cuenta los cambios físicos y biológicos que se van produciendo en las estructuras celulares, de tejidos, órganos y sistemas. En otras palabras, la edad biológica es la que se corresponde con el estado funcional de nuestros órganos comparados con patrones estándar para una edad. Es un concepto fisiológico del estado del envejecimiento de nuestro organismo.
Es solo cuestión de tiempo que, en medicina, la edad biológica (la edad real de nuestras células y órganos), sustituya a la edad cronológica y se vaya imponiendo como medidor de envejecimiento. En este sentido, se han intentado establecer algunas formas de determinar la edad biológica de un individuo. Por ejemplo, existen diversas calculadoras, muchas incluso accesibles a través de internet, basadas únicamente en cuestionarios de hábitos de vida. Sin embargo, este es un abordaje simplista que no considera el efecto del factor genético o la base fisiológica del individuo sobre la edad biológica.
En la actualidad, la edad cronológica es el indicador general de envejecimiento y es considerado un importante factor de riesgo para la aparición de las principales enfermedades crónicas
Desde un punto vista más global, el proyecto Aristóteles consiguió desarrollar un algoritmo para el cálculo de la edad biológica basado en indicadores biológicos, clínicos, conductuales y sociodemográficos, revelando que podría existir una diferencia en la edad biológica respecto a la cronológica de hasta 12 años y que el análisis del factor genético es una de las claves para optimizar la precisión en el cálculo de la edad biológica.
En definitiva, el desarrollo de modelos para una determinación precisa y veraz del estado de deterioro real del organismo es un apasionante reto para la comunidad médico-científica, estos modelos de edad biológica se convertirán, sin duda, en una potente herramienta con capacidad para establecer el nivel de riesgos asociados a la naturaleza humana, como la salud, la dependencia o la predicción individualizada de la longevidad.