Finaliza 2020 y llega el momento de hacer balance del año en el que la pandemia ha cambiado nuestra manera de trabajar, de interactuar y ha reordenado nuestras prioridades. La crisis también nos ha dado importantes aprendizajes, que nos marcan el camino de la recuperación.
La colaboración entre todos los agentes del sistema sanitario, así como la necesidad de actuar con flexibilidad, es una de las grandes enseñanzas de los últimos meses. Ningún Gobierno y ninguna Compañía va a encontrar la salida en solitario, y es preciso buscar sinergias para avanzar.
La colaboración debe abarcar a la administración central, las comunidades autónomas, las compañías biofarmacéuticas, los profesionales sanitarios, las organizaciones de pacientes y la sociedad civil.
En MSD creemos en la colaboración desde nuestros inicios. Frente a la COVID-19 hemos reforzado más la colaboración para agilizar la investigación. Ejemplos de ello son los acuerdos de investigación para encontrar soluciones terapéuticas, mediante el desarrollo de un antiviral y de una terapia biológica frente a la COVID-19. En el primer caso, a través del convenio con la empresa biotecnológica Ridgeback Biotherapeutics y en el segundo de la mano de OncoImmune, empresa biofarmacéutica con un candidato para el tratamiento de pacientes con COVID-19 graves y críticos, y que ha tenido resultados positivos en su estudio en Fase 3.
La digitalización es una oportunidad que nos acerca a un SNS coordinado, interoperable, integrado y multidisciplinar, que nos permitirá incrementar la eficiencia, eficacia y calidad de la sanidad, agilizando los sistemas de información de forma segura
En cuanto a la colaboración con la Administración, la coordinación de la industria biofarmacéutica con el Ministerio de Sanidad y, en especial, con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha sido ejemplar durante la crisis.
La pandemia también nos ha impulsado a adaptarnos al trabajo casi 100% digital, y esta digitalización ha llegado a la salud. Y es una oportunidad, que nos acerca a un Sistema Nacional de Salud coordinado, interoperable, integrado y multidisciplinar, que nos permitirá incrementar la eficiencia, eficacia y calidad de la sanidad, agilizando los sistemas de información de forma segura.
Pero la cooperación y el avance para completar la transformación digital, y fomentar así la innovación, no debería quedarse en un momento puntual de crisis. Para hacer frente a futuras pandemias y emergencias sanitarias, es preciso fortalecer la I+D+i, que aporta las soluciones que necesitamos hoy y la esperanza para el futuro.
Igual que en 2020 hemos hecho frente a una crisis sin precedentes, en 2021 España tiene que emprender la recuperación. Para ello, es imprescindible la apuesta por la innovación, desde el punto de vista sanitario, pero también económico y social. Ojalá la experiencia que hemos vivido nos sirva para evolucionar hacia una economía que se apoye más en la innovación y en la I+D, impulsora de crecimiento sostenible. a colaboración entre todos los agentes del sistema sanitario, así como la necesidad de actuar con flexibilidad, es una de las grandes enseñanzas de los últimos meses.