Es innegable que la estabilidad, la seguridad y la predictibilidad son buenas para la sociedad y, sobre todo, para el sector sanitario. En unos días, la Comunidad de Madrid se enfrenta a unas elecciones autonómicas con la esperanza de que la colaboración público-privada siga siendo el objetivo prioritario.
Me gustaría recordar, una vez más, que la colaboración público-privada es una oportunidad para optimizar la utilización de todos los recursos, con independencia de su titularidad, y ofertar a los ciudadanos servicios sanitarios de calidad en el plazo que se requieren. El sector sanitario privado, bajo la dirección de la Consejería de Sanidad, aporta los recursos de los que dispone la sanidad privada madrileña: 70.000 profesionales, 48 hospitales, 7.000 camas, 250 quirófanos y un parque tecnológico actualizado y puntero con capacidad para dar servicio a 2,6 millones de habitantes. Hablamos de apoyar, esmerarse en la coordinación, adecuar la innovación para evitar duplicidades, en definitiva, que la sanidad pública y privada trabajen de la mano de la Consejería en aquello que estime necesario para los pacientes madrileños.
"La colaboración público-privada es una oportunidad para optimizar la utilización de todos los recursos, con independencia de su titularidad, y ofertar a los ciudadanos servicios sanitarios de calidad en el plazo que se requieren"
La colaboración público-privada ha avanzado de manera sustancial en los últimos años y así debería seguir siendo. No podemos olvidar el gran paso que dio la Comunidad de Madrid con la modificación de la Ley de Ordenación Sanitaria que permite, desde diciembre de 2022, compartir la historia clínica entre entidades públicas y privadas promoviendo la colaboración entre las mismas. Un paso de gigante para alcanzar la interoperabilidad, tan necesaria en la colaboración público-privada.
La sanidad es una, sus proveedores públicos y privados, en el marco de la Constitución Española y sus desarrollos legislativos nacional y autonómico, los sitúan al servicio del paciente y en beneficio de este. Para la sanidad madrileña no hay más propósito que su dedicación a los pacientes, es la razón de ser de todas sus actividades.