Este domingo se celebran elecciones municipales en toda España y se eligen los gobiernos autonómicos en 12 CC AA. A quienes representamos a entidades de ámbito regional y colaboramos con las administraciones nos toca volver la vista atrás, hacer balance de lo conseguido, para mirar hacia el futuro con nuevos retos.
Es el caso de la sanidad privada madrileña. La Asociación de Centros y Empresas de Hospitalización Privada de Madrid (ACHPM) ha desarrollado una intensa actividad que ha permitido importantes avances desde 2019, primero haciendo frente a la pandemia y, más recientemente, desde las últimas elecciones autonómicas de 2021, con logros que beneficiarán tanto a los profesionales como a los pacientes de la sanidad privada. Y, con ellos, también a la sanidad pública.
"Desde la sanidad privada de Madrid se han alcanzado dos importantes convenios colectivos firmados con los sindicatos del sector"
Si empezamos por lo más reciente, hay que destacar los avances para los profesionales, el verdadero motor del sector sanitario. Desde la sanidad privada de Madrid, y gracias al esfuerzo y la voluntad de entendimiento de todos los implicados, se han alcanzado dos importantes convenios colectivos firmados con los sindicatos del sector. El primero de ellos, el llamado acuerdo puente de junio de 2021, permitió la actualización de las condiciones salariales y de trabajo, antes de la firma definitiva del acuerdo, para mejorar la situación laboral de los profesionales del sector sanitario privado. Este año 2023 ha llegado la firma definitiva del acuerdo, que va a permitir un período de cuatro años (de 2023 a 2026) de seguridad, certeza y tranquilidad laboral, fundamental para que los profesionales que ejercen en el sector privado en la Comunidad de Madrid desarrollen su actividad de manera que el paciente reciba la mejor atención posible. El acuerdo, firmado por los sindicatos CC OO y UGT, además de por la ACHPM, es fruto de muchas horas de trabajo y de actitudes profesionales constructivas y éticas, que han servido para alcanzar un gran consenso que permitirá que la sanidad privada en la Comunidad de Madrid continúe siendo referente nacional e internacional.
Pero, si nos detenemos en lo ocurrido desde 2020, especialmente en el ámbito sanitario, es ineludible recordar la pandemia. En marzo de 2020, la sanidad privada de Madrid, junto con la pública, afrontó el tsunami que supuso la explosión de hospitalizaciones por Covid-19, con pacientes derivados, ingresos de meses en UCI y profesionales haciendo frente a un virus del que aún se sabía muy poco. Superadas las primeras fases de la crisis, en enero de 2021, esta colaboración cristalizó en la Orden 64/21, de 27 de enero, por la que se establecía la puesta a disposición de los centros sanitarios privados y su personal. El objetivo común de este llamado “mando único” y de quienes formamos parte del sector sanitario privado fue asegurar una adecuada asistencia sanitaria a la población, uniendo todos los recursos disponibles ante una situación extraordinaria. Cabe destacar que, en la Comunidad de Madrid, con alrededor de siete millones de habitantes, el sector sanitario privado aporta 77.000 profesionales, 55 hospitales y 7.000 camas. Además, realiza 17,6 millones de consultas de atención especializada.
"En la Comunidad de Madrid, con alrededor de siete millones de habitantes, el sector sanitario privado aporta 77.000 profesionales, 55 hospitales y 7.000 camas. Además, realiza 17,6 millones de consultas de atención especializada"
Sin duda, este trabajo codo con codo, de la sanidad pública y la privada, supuso un beneficio para los pacientes. Pero estamos convencidos de que la colaboración puede ir mucho más allá de los momentos difíciles y asumir nuevos desafíos, como los derivados de la digitalización, con el objetivo de dar la mejor atención. Así se ha demostrado con los avances en interoperabilidad, que se plasmó en 2022 en la modificación legal a través de la “Ley Ómnibus”, aprobada por el Pleno de la Asamblea de Madrid, para permitir compartir historia clínica entre entidades públicas y privadas.
La aplicación de esta nueva normativa va a suponer, tal y como recoge la propia ley, importantes ahorros para todos los sujetos y entidades implicadas, ya sean pacientes, administraciones públicas o instituciones privadas. Y, sobre todo, significa un avance en seguridad para el paciente y el profesional que lo atiende, sin tener que repetir pruebas de manera innecesaria y con el acceso a datos clínicos cuando más se precisan, asegurado en el momento en que se presta la atención sanitaria, ya sea en un centro público o en uno privado. En esta medida, la Comunidad de Madrid ha sido pionera, y esperamos que pronto se extienda a toda España.
Toda esta actividad se ha visto reflejada en un mayor conocimiento del sector sanitario privado de Madrid, con creciente interés de los medios de comunicación y más de 60 impactos en tono positivo sólo durante el último año 2022, así como una mayor presencia en redes sociales, con un número creciente de seguidores de la ACHPM, que han convertido a la asociación en referente dentro de la sanidad privada en España.
En definitiva, la pandemia y postpandemia han sido etapas en las que la sanidad privada en la Comunidad de Madrid ha demostrado su valor como aliado para la pública y se ha convertido en un modelo de excelencia, de la mano de sus profesionales, para sus pacientes. Es momento de mirar hacia el futuro y afrontar los retos que vendrán.