La XV Legislatura en España ha arrancado con la constitución del Congreso de los Diputados y la elección de la socialista Francina Armengol como presidenta de la Cámara Baja. La expresidenta de las Islas Baleares se convierte así en el tercer cargo de mayor relevancia institucional en nuestro país, apenas tres meses después de su derrota en las autonómicas del 28M. Se le presentan ahora cuatro años por delante en los que la farmacéutica de formación tendrá en su mano dispensar el medicamento que más necesita el país: la palabra y el diálogo.
Atrás quedan dos legislaturas en el archipiélago no exentas de algún episodio polémico, como el vivido durante el periodo de pandemia de Covid-19. En pleno auge de las medidas restrictivas, la responsable de impulsar las mismas fue sorprendida de madrugada –fuera del toque de queda- disfrutando de una noche de copas en un bar mallorquín. No fue hasta la llegada de la policía, alertada por la denuncia de los vecinos de la zona, cuando decidió poner punto y final a los festejos.
No obstante, sombras aparte, la reciente elección de Armengol tras ser propuesta por la Comisión Ejecutiva Federal del PSOEno se presentaba nada clara. La misma mañana de las votaciones se logró alcanzar un acuerdo con ERC y JxCat para granjearse su apoyo. Finalmente, salieron las cuentas: PSOE, Sumar, EH-Bildu, JxCat, ERC, PNV y BNG decantaron la balanza del lado de la candidata socialista (178 votos); por los 139 de Cuca Gamarra (PP) y los 33 de Gil Lázaro (Vox). De esta manera, se logró que todos los previsibles compañeros de viaje de cara a una investidura de Sánchez terminaran pasando por botica en este primer examen.
La expresidenta de las Islas Baleares se convierte así en el tercer cargo de mayor relevancia institucional en nuestro país, apenas tres meses después de su derrota en las autonómicas del 28M
Con todo ello, el perfil de la expresidenta del Gobierno de las Islas Baleares durante las dos últimas legislaturas ha facilitado la seducción de los independentistas. Armengol se presenta como una figura próximo al nacionalismo. En su dispensario encontramos una etapa universitaria en la que militó brevemente en el Bloc d'Estudisnts Independentistas, antes de afiliarse posteriormente al PSOE. De la misma manera, a lo largo de su trayectoria política se ha caracterizado por alcanzar acuerdos con Podemos y los regionalistas de Més per Mallorca. Una capacidad para aunar sensibilidades territoriales que se presenta como una baza política muy positiva en la situación actual.
"Quiero manifestar mi compromiso con el catalán, el euskera, el gallego y la riqueza lingüística que supone y anunciarles que se permitirá el uso de estas lenguas en el Congreso ", afirmaba Armengol en su primer discurso. No es algo nuevo. La política lingüística de la nueva presidenta del Congreso ha sido uno de los elementos relevantes de su etapa al frente de Baleares. De hecho, la acreditación en el conocimiento del catalán ha estado muy presente para poder acceder al empleo público, de manera muy singular en Sanidad.
Más allá de este “avance” para unos y “retroceso” para otros, la política lingüística balear en Sanidad de Francina Armengol y las llevadas a cabo en otras CC.AA. han demostrado también que poner el foco en el idioma sirve, en muchos casos, para agravar otros problemas más acuciantes para la población. En esta línea, diferentes colectivos médicos lamentan que la acreditación de las lenguas cooficiales constituye una traba que dificulta la incorporación de más facultativos a los sistemas de salud autonómicos. Más si cabe, en el marco de una alarmante escasez de profesionales sanitarios en todo el país.
Todo está por ver. Lo único cierto es que la farmacéutica ha sido, a fecha de hoy, el único punto que ha puesto de acuerdo a las diferentes formaciones políticas llamadas a facilitar un Gobierno en nuestro país, incluido el propio Carles Puigdemont. Un precedente halagüeño para las intenciones de Pedro Sánchez de ser investido presidente. Por el momento, con el nombramiento de Armengol como directora de orquesta del recién formado Congreso de los Diputados, la nueva legislatura parece dar comienzo. Un naciente ciclo político que dice a todos los españoles desde su tribuna: hola, kaixo, ola y bon dia a tothom.