APORÍA

Alfonso Vidal
Jefe de las Unidades del Dolor de los Hospitales Sur, La Luz y Valle del Henares de Quirónsalud

La aporía es un razonamiento en el que aparecen contradicciones o paradojas de muy difícil resolución y que se muestran como trabas o impedimentos lógicos de calado especulativo. En pocas palabras, que no todo es blanco ni negro cien por cien, sino que las escalas de grises son muy amplias. Vamos que "nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira", que decía el viejo dicho.

Viene esto a colación de los resultados de las pruebas que una persona cercana a mi entorno recogió recientemente en la consulta de un colega endocrino. Partía de un cuadro de aparente hipertiroidismo, según diferentes pruebas que requerían de un análisis a más largo plazo para contrastar los resultados. Cuando parecía haber concluido el proceso, los últimos análisis dieron un resultado aparentemente contrario de hipotiroidismo.

No quiero parecer narcisista y hablar sobre mi entorno, pero me parece oportuno traer a colación este ejemplo donde se muestran dos resultados aparentemente contrarios. Según la evaluación del compañero todo hace presagiar que ha habido elementos que han interferido o distorsionado alguna de las pruebas hasta dar resultados opuestos.

"Hacer diagnóstico diferencial y personalizar el tratamiento es un arte que no me cansaré de repetir"

Los profesionales de la medicina estamos muy acostumbrados a este tipo de discrepancias o disparidades, son más habituales de lo que los pacientes imaginan, pero es a ellos precisamente a los que más contraría este tipo de resultados.

El paciente modelo acude a la consulta esperando que un diagnóstico sea blanco o negro, pero no siempre puede dársele ese resultado, porque las pruebas no arrojan el saldo esperado, pudiendo arrojar datos influidos por la injerencia de sustancias o principios activos que distorsionan el resultado final.

Si lo llevásemos a materias menos complejas o más sencillas, como la cocina, sería como aportar o restar un determinado condimento de fuerte impacto en el resultado final de un plato, hasta el punto de cambiar diametralmente su sabor de dulce a salado, de fuerte a flojo, de picante a suave, de rico a desagradable, según el paladar que lo pruebe. Es cierto que han intervenido todos los ingredientes para hacer un plato al uso, pero la incorporación de cierto condimento cambia radicalmente el resultado. Hacer diagnóstico diferencial y personalizar el tratamiento es un arte que no me cansaré de repetir.

 "Los médicos no podemos garantizar bajo ningún concepto los resultados, porque lo que sí estamos en condiciones de garantizar es la diligencia en el uso de los medios a nuestro alcance"

No es fácil bajo ningún concepto intentar explicar esta contrariedad al paciente, pero hay que hacerle ver que los médicos no podemos garantizar bajo ningún concepto los resultados, porque lo que sí estamos en condiciones de garantizar es la diligencia en el uso de los medios a nuestro alcance. Sí es cierto que ponemos los mejores recursos, que ofrecemos nuestros mejores conocimientos, pero ocasionalmente hay imponderables que no podemos medir y cuyo impacto resulta impredecible.

Cuando en un mismo paciente se concentran varias patologías es posible que algunos de los fármacos que ingiere pudiera interferir en la acción de otros, hasta el punto de llegar a modificar su impacto, dando como resultado lo contrario de lo esperado o incluso efectos adversos.

Por eso conviene siempre aclarar en todo momento lo que el paciente está tomando o aplicando para tomar en consideraciónotros posibles efectos secundarios.

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