Al margen del impacto que pueda tener la pandemia, un punto clave de esta crisis es que la Sanidad se ha situado en el centro del debate político y social. Aprovechemos este momento para hacer un sistema mejor para todos.
Es imposible desligar el año 2020 de la pandemia por el COVID-19 que ha provocado una crisis sanitaria, económica y social en todo el mundo. Y aún es pronto para saber el impacto que va a tener esta tragedia, pero hay algunos hechos importantes que me gustaría destacar en esta tribuna porque van a quedar en la memoria colectiva para siempre. El primero es que por primera vez la Sanidad está en el centro del debate político y social, como un elemento estratégico para la población. Desde que el pasado mes de febrero se confirmó que el mundo sufría una pandemia, y en España y la mayor parte de los países europeos se decretaba un confinamiento general, la ciudadanía en España es más consciente que nunca de que cuenta con un modelo de bienestar avanzado y unos recursos humanos, materiales e infraestructuras sanitarias de gran nivel y calidad. La Sanidad encabeza ahora las prioridades políticas, económicas y sociales.
Uno de los últimos estudios del CIS del año 2020 refleja que a una amplísima mayoría de los españoles (un 93,5%) le preocupa mucho o bastante la situación que ha generado el coronavirus en España. Y aunque a muchos (el 31%) les angustian por igual los efectos negativos sobre la salud y la economía, son mayoría (46,7%) los que sienten más temor por las consecuencias sobre la salud física y mental. Ahora nadie cuestiona la necesidad de recursos materiales y persona les suficientes para Sanidad, está aumentando su peso en el PIB, se ha abierto el debate sobre los cambios en el modelo sociosanitario y muchos se han dado cuenta de la importancia de contar con una Atención Primaria sólida, de mejorar la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales y de incluir en ellos a las residencias de mayores. Además, se ha dado un impulso definitivo a las tecnologías aplicadas a la salud.
Confío en que sepamos aprovechar esta oportunidad para construir una mejor Sanidad para todos
Por otro lado, en el terreno de lo concreto, se ha puesto en valor la importancia de una visión clínica y profesional de la gestión de nuestros hospitales y organizaciones sanitarias. Si algo se ha demostrado en esta pandemia es que cuanto más relevancia han tenido los profesionales clínicos, más eficaz ha sido la respuesta y mejor la atención sanitaria a los ciudadanos, que ha salido reforzada siempre que ha sido liderada por un profesional clínico. Y es de justicia agradecer su labor.
Es una cura de humildad para muchos, pero nos ha demostrado que en los momentos de mayor tensión, los verdaderamente necesarios e importantes son los profesionales sanitarios. Y todos los demás debemos asumir una posición de intendencia global, preparados para dar respuesta a sus necesidades desde cualquier perspectiva: recursos humanos, movilidad, tecnología, material de protección, coordinación e intendencia.
Gracias al liderazgo clínico, al esfuerzo, compromiso, vocación de servicio y trabajo en equipo de todos los profesionales sanitarios, conseguiremos superar esta pandemia en 2021.