Si hay algo que está marcando la pauta de la Innovación en el sector de la salud es la Inteligencia Artificial (IA). Si bien es cierto que ésta lleva tiempo ocupando nuevos espacios, creo firmemente que este año será definitivo para comenzar su implantación en nuestro sector.
Nunca una tecnología había crecido tan rápidamente y se había introducido de forma tan directa en nuestras vidas. La inteligencia artificial nos ocupa, preocupa y fascina a la vez. Tiene detractores y defensores. Y, especialmente, nos obliga a detenernos para acercarnos a ella de forma sensata y abrir el debate sobre cómo se desarrollará en los próximos años, en nuestro caso, en el ámbito de la salud.
La IA se nos aparece con dos caras: un evidente impacto positivo en muchos aspectos de nuestra vida, pero también algunas consecuencias negativas que en este momento aún nos cuesta valorar en toda su dimensión. La inteligencia artificial nos lleva al terreno de lo que parecía impensable como, en su momento, lo fueron la capacidad de crear medicamentos, vacunas y tecnología que hoy nos salvan la vida. O el descubrimiento del ADN y su código, las técnicas de imagen no invasivas o la capacidad de comunicarnos y operar a una persona a miles de kilómetros de distancia.
En este sentido, lo que ahora nos toca hacer, una vez más, es transformar los retos en oportunidades y hacernos las preguntas adecuadas para obtener respuestas y soluciones satisfactorias para el conjunto de la sociedad. Porque la IA nos plantea desafíos similares a los que hemos vivido a lo largo de la Historia con otras innovaciones y cambios profundos.
Desde su fundación, hace más de 100 años, Otsuka siempre ha seguido la visión de su fundador, Busaburo Otsuka, consistente en liderar el camino hacia una sociedad saludable y sostenible a través de la innovación en productos y servicios de salud. La visión empresarial de Otsuka en los últimos años incluye la IA como un elemento estratégico para la mejora de la salud mundial, reconociendo el potencial transformador de la misma, aprovechando las capacidades de esta tecnología para obtener una mayor información y un análisis más profundo de los datos de salud, lo que permitirá una toma de decisiones más informada y precisa.
En Otsuka tendremos la suerte de aportar novedades terapéuticas que ayudarán a miles de personas y nuestro reto será garantizar el acceso a estos nuevos medicamentos de manera adecuada
La IA puede ayudar a identificar patrones, predecir enfermedades, optimizar tratamientos y mejorar la eficiencia en el cuidado de la salud. Esto, a su vez, nos permitirá desarrollar soluciones innovadoras y más personalizadas para abordar los desafíos de salud global de manera más efectiva.
Además, la inclusión de la IA en los planes de negocio de Otsuka refuerza nuestro compromiso con la investigación y el desarrollo continuo de productos farmacéuticos innovadores en áreas como la salud mental, la oncología, los trastornos del sistema nervioso central y la nefrología, entre otros. Pero queremos, además, ser proactivos participando y colaborando en todo tipo de iniciativas que potencien la innovación en salud y ello incluye, sin duda, la IA. Este año se presenta repleto de retos.
En Otsuka tendremos la suerte de aportar novedades terapéuticas que ayudarán a miles de personas y nuestro reto será garantizar el acceso a estos nuevos medicamentos de manera adecuada. Pero sin duda, tenemos un reto más global en torno a la implementación de las nuevas tecnologías como la IA: contribuir a crear una buena base, una red colaborativa y un clima de reflexión serena que facilite la integración de esta herramienta insustituible para acelerar descubrimientos y encontrar nuevos enfoques para la mejora de la salud mundial