Un centenario que estamos viviendo con la máxima ilusión. No todo el mundo puede llegar a los 100 años disfrutando de un buen estado de salud, ni tener los planes de futuro que tenemos en nuestra compañía.
100 años son sinónimo de persistencia, de propósito claro y objetivos bien definidos, de resistencia (ahora le llamaríamos resiliencia), y sobre todo, de enormes ganas de seguir creciendo, aprendiendo y aportando.
En un entorno en el que la salud ha alcanzado un protagonismo sin precedentes, en el que el gasto e inversión pública está en el punto de mira y en el que miramos al futuro con cierto recelo por las posibles amenazas de una situación similar o peor a la que hemos vivido, reivindicar el papel de la industria farmacéutica es clave y muy necesario.
La innovación que la industria farmacéutica ha aportado a la sociedad durante estos últimos dos años será cada vez más importante para continuar dando respuestas a las necesidades del sistema sanitario.
La salud del futuro pasa por la innovación, el aumento de la prevención y la tecnología. Y todo ello no se puede desvincular de la inversión privada, liderada por la industria, y al esfuerzo y colaboración de todos los actores implicados en el escenario de la salud.
No son muchas las compañías que tienen clara esta prioridad. La inversión en innovación supone un enorme riesgo financiero y todos sabemos el porcentaje de éxito de las moléculas que finalmente acaban saliendo en el mercado. Sin embargo, y siendo conscientes de que este es el camino a seguir, compañías como Otsuka, siguen reinvirtiendo un alto porcentaje de sus beneficios en I+D, al servicio de la salud del futuro. Prueba de ello es el gasto en 1.78 millones de Euros en investigación y desarrollo del grupo Otsuka, que supusieron un 15,49% de su facturación (EY 2021), uno de los porcentajes más altos de la industria.
El futuro también necesita más colaboración y alianzas. Ya sabéis lo que decía Michael Jordan: el talento gana partidos, pero el trabajo en equipo ganan campeonatos. Trabajar colaborativamente entre todos los grupos de interés del universo salud, como las asociaciones de pacientes, la administración pública, las entidades, profesionales sanitarios y la industria privada, debería acelerarse y optimizarse en beneficio de todos. Y esta tendencia de alcanzar acuerdos para llegar más lejos forma parte del ADN de Otsuka.
El acuerdo internacional que Otsuka alcanzó a finales del año pasado con la filial de la compañía japonesa Sumitono Dainippon, para el desarrollo y la comercialización de cuatro moléculas para personas que sufren enfermedades neuropsiquiátricas severas es un magnífico ejemplo de ello. Este acuerdo supondrá una nueva oportunidad para abrir nuevas vías de tratamiento para los pacientes y un nuevo impulso en innovación en el campo de la salud mental.
Y sin duda la innovación y el futuro son sinónimos de tecnología. Una tecnología que ya está siendo y será catalizadora de una nueva manera de trabajar. Hemos podido comprobar cómo la telemedicina se ha afianzado en nuestro día a día. Y seguirá haciéndolo exponencialmente. Somos testigos de cómo los dispositivos móviles realizan monitorizaciones excelentes sobre nuestra salud diaria. El metaverso es una de las palabras más buscadas internet en el pasado año y los entornos virtuales cada vez están más presentes en nuestra vida.
Otsuka está apostando fuerte en tecnología digital al servicio de la salud. Y prueba de ello es el compromiso alcanzado con la empresa Jolly Good Inc. para el desarrollo conjunto de una plataforma de entrenamiento en habilidades sociales a través de la realidad virtual, en el campo de las patologías psiquiátricas.
El futuro es prometedor en este sentido. Toda esta tecnología que está por llegar facilitará realizar un mejor seguimiento de los tratamientos y permitirá obtener mejores resultados en la salud de los pacientes. Y, muy especialmente, en las personas que sufren patologías mentales severas.
El futuro nos brindará enormes retos en el área de la salud, pero también magníficas oportunidades para seguir aportando valor y esperanza a la humanidad como pocos sectores ofrecen. Aprovechémoslas.