Según datos de la Sociedad Española de Neurología,entre un 20 y un 48% de la población adulta española sufre dificultad para iniciar o mantener el sueño. Una realidad que dificulta los procesos fisiológicos de la consolidación de la memoria y la plasticidad neuronal, y que afecta a la salud mental de las personas. Si no duermes estás más susceptible, la falta de descanso aumenta el estrés y este a su vez alimenta la ansiedad. Además, el estrés y la ansiedad provocan que el descanso sea peor, que se rompan las rutinas de sueño y que aparezca el insomnio.
Hay muchos factores que intervienen en la aparición y mantenimiento del insomnio. Entre los más importantes destacan "los psicológicos (tendencia a dar vueltas a las cosas, dificultades para manejar las emociones negativas, creencias erróneas en relación con el sueño, con los consiguientes hábitos inadecuados), el estrés y el miedo a no dormir", explica a Consalud.esNatalia Perea, coordinadora nacional de Psicología de Ballesol. El objetivo de la terapia psicológica es dotar al paciente de la información y las estrategias suficientes para poder mejorar la calidad de su sueño y conseguir que el insomnio no persista.
“A través de estos elementos les guío para conseguir que lleguen a un estado de relajación”
“Analizamos las causas de por qué no han dormido, qué les hace estar cansados y junto al departamento médico llevamos a cabo la atención que precise”, señala Perea. En este punto, desde el área de Psicología se estudia el caso de cada persona, se intentan dar herramientas ante los problemas que existan y también se hacen actividades en grupo. “Trabajamos la ansiedad y el estrés para mejorar el descanso”.
TERAPIAS DE RELAJACIÓN
Técnicas de relajación muscular progresiva, relajación con imaginación basada en sonidos e imágenes agradables sobre paisajes naturales. También en Ballesol cuentan con playlist de música personalizada para los residentes, aromaterapia y estimulación multisensorial basada en el concepto Snoezelen “A través de estos elementos les guío para conseguir que lleguen a un estado de relajación”. La cuestión reside en que no se duerman, pero sí reduzcan el estado de ansiedad, controlen la respiración y desconecten de la realidad. “Les gusta mucho”, señala la psicóloga Natalia Perea.
En el caso en el que la ansiedad causante de la interrupción del sueño se produzca por pensamientos intrusivos, el primer paso es detectarlos y elaborar una lista junto a otra con pensamientos agradables que nos generen bienestar y tranquilidad, para cuando aparezcan, saber detectarlos y con práctica ser capaces de cambiar ese mal pensamiento por uno agradable y positivo, cuenta Natalia Perea.
Además, en las consultas los profesionales pueden llevar a cabo un seguimiento, a través de herramientas como el Diario de sueño, para controlar y registrar tus horarios y rutina de sueño. En él se anota la hora en que te acuestas, el tiempo que tardas en dormirte, la frecuencia con la que te despiertas durante la noche y la hora en la que te levantas por la mañana.
La terapia es algo que les gusta y que les anima a ir. Parte de la rutina que necesitan para mantener unos buenos ritmos de día y de sueño y que ayudan también a preservar la salud mental. Normalmente las terapias se realizan por la mañana, “para que así pongan en práctica durante el día las herramientas que les ofrecemos”.