Bristol Myers Squibb (BMS) ha hecho públicos nuevos datos de Zeposia (ozanimod) para la esclerosis múltiple recurrente (EMR) que muestran que, tras ocho años de seguimiento, el 76% de los pacientes tratados no presentó progresión de la discapacidad confirmada (PDC) a los seis meses. Así lo ha dado a conocer la compañía farmacéutica en el 9º congreso conjunto ECTRIMSACTRIMS que se celebrará en Milán (Italia).
Solo en España hay 700.000 personas que sufren esclerosis múltiple, una enfermedad altamente discapacitante e impredecible. Se caracteriza por el daño en la mielina que afecta a la comunicación entre el cerbero y el resto del cuerpo, con un deterioro progresivo y actualmente irreversible de los nervios.
Dentro de los tipos de esclerosis, existe la enfermedad recurrente reminente, que afecta al 85% de los pacientes de EM. Se caracterizada por crisis que empeoran la función neurológica. Estos episodios van seguidos de periodos de recuperación parcial o completa, pero generan mucha frustración en los pacientes al no sabe cuándo ocurrirá.
"Estos nuevos análisis son relevantes para los médicos y los pacientes al valorar una intervención temprana con tratamientos altamente efectivos para actuar frente a la enfermedad latente"
Los resultados de los estudios de BMS han reflejado han reflejado que ozanimod es capaz de reducir los momentos de crisis y mejorar la función cognitiva. Los hallazgos también demostraron que el tratamiento dio lugar a valores bajos de progresión independiente de recaída (PIRA, por sus siglas en inglés) y de empeoramiento asociado a la recaída (RAW, por sus siglas en inglés), factores clave para la progresión de la enfermedad y la discapacidad permanente en la esclerosis múltiple. En todos los participantes se observó PIRA y RAW en el 13,2% y 10,7% de los participantes tratados con ozanimod de forma continua, respectivamente, tras ocho años en el estudio de extensión abierto.
Valores iniciales más altos en la escala expandida del estado de discapacidad (EDSS) para evaluar la PDC y valores iniciales más bajos del volumen cerebral total, de la materia cortical gris y del volumen talámico fueron predictivos de RAW pero no de PIRA. “Incluso en ausencia de recaídas, las personas con esclerosis múltiple pueden sufrir una neuroinflamación latente, que es una actividad subyacente y continua de la enfermedad que se da simultáneamente en distintas zonas del cerebro y que puede comenzar en las etapas más tempranas de la esclerosis múltiple y provocar un deterioro irreversible de la función cognitiva, la movilidad y la calidad de vida”, ha señalado el Dr. Jeffrey Cohen, del Centro Mellen para el Tratamiento e Investigación de la esclerosis múltiple de la Clínica Cleveland de Cleveland, Ohio, y consultor remunerado de Bristol-Myers Squibb.
Asimismo, ha explicado que “dado que los resultados han mostrado que el 25% de las personas con esclerosis múltiple desarrolla PIRA después de aproximadamente siete años, estos nuevos análisis son relevantes para los médicos y los pacientes al valorar una intervención temprana con tratamientos altamente efectivos para actuar frente a la enfermedad latente, un importante factor que promueve de manera temprana la discapacidad y las recaídas a largo plazo, señas de identidad de la progresión de la enfermedad”.
Dr. Chen: “Estos nuevos datos subrayan el potencial de ozanimod para retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar la función cognitiva, especialmente en personas con esclerosis múltiple recurrente precoz”
Entre los pacientes con PDC, el 54,5% y el 44,3% presentaba PIRA o RAW, respectivamente, y el 8%, ambos. El análisis de la función cognitiva en el ensayo ENLIGHTEN, realizado a los pacientes con EMR precoz que no han recibido en la mayoría de los casos tratamientos modificadores de la enfermedad, muestra una mejora clínicamente significativa con el tratamiento con ozanimod. Los datos provisionales y ad hoc (póster N.º 690) han demostrado que, tras un año de tratamiento con ozanimod, casi la mitad (47,4%; 55/116) de los pacientes con EMR precoz mostró una mejora clínicamente significativa en la función cognitiva, definido como un aumento de al menos cuatro puntos o del 10% respecto al inicio en el test de símbolos y dígitos (SDMT); el 25,9% (30/116) se mantuvo estable en su función cognitiva como se evidenció en un aumento o disminución de cuatro puntos o del 10% en el SDMT con respecto al valor inicial; y el 26,7% (31/116) empeoró, lo que se evidenció por una disminución de al menos cuatro puntos o del 10% en el SDMT frente al valor inicial.
Además, los participantes en ENLIGHTEN tuvieron escasa evidencia clínica o radiológica de actividad de la EMR durante ese año, con un 91,9% de pacientes sin lesiones con realce de gadolinio en el mes 12 (IC del 95%: 84,2, 96,0). Los acontecimientos adversos derivados del tratamiento se evaluaron desde el inicio del ensayo ENLIGHTEN (16 de enero de 2020) hasta el corte de los datos (14 de febrero de 2023) y han demostrado que la covid-19 fue el acontecimiento adverso más frecuente, junto con otros frecuentes que coincidían en gran medida con los notificados en el programa general de desarrollo clínico de ozanimod.
“Estos nuevos datos subrayan el potencial de ozanimod para retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar la función cognitiva, especialmente en personas con esclerosis múltiple recurrente precoz”, ha señalado el Dr. Roland Chen, vicepresidente y director de Desarrollo en Inmunología, Cardiovascular y Neurociencia de Bristol Myers Squibb. “Con nuestro enfoque en la ciencia transformadora, continuamos profundamente comprometidos con la búsqueda de soluciones para elevar la atención de la comunidad de la esclerosis múltiple”, ha concluido