Fingió tener un cáncer cerebral y, para más inri, haberse curado a base de terapias naturales y una dieta exenta de gluten y azúcar. La bloguera australiana Belle Gibson llevaba un año haciéndose de oro y engañando a sus más 200.000 seguidores de Instagram con una turbia historia que le sirvió como negocio. Publicó un libro de cocina, The Whole Pantry (Toda la despensa), y una aplicación móvil con su pseudoterapia e hizo caja con ellos, aunque al principio prometió donar el dinero a organizaciones benéficas. En 2016 ella misma destapó el engaño, y ahora un tribunal la ha condenado a pagar 410.000 dólares (320.000 euros).