Una mujer de 66 años ha fallecido en Rumanía como consecuencia de las graves quemaduras sufridas en el 40% de su cuerpo durante una operación a la que estaba siendo sometida. Según informan desde Antena 3, la mujer se incendió al permitir los cirujanos que un bisturí electrónico entrara en contacto con un desinfectante de alcohol. Para Horatiu Moldovan, secretario de Estado de Salud rumano, la culpa es de los médicos, ya que estos deberían ser conscientes de la incompatibilidad de estos elementos.