Los ciudadanos comunitarios que viven en Reino Unido necesitarán una tarjeta de residencia especial para acceder a los servicios básicos de cualquier ciudadano británico, como por ejemplo ser atendidos en centros sanitarios. Esta es una de las medidas publicadas en un documento por el Gobierno de Reino Unido sobre el futuro del país tras el Brexit. La primera ministra Theresa May ha dicho en el Parlamento británico que, de esta forma, ningún comunitario que ya viva allí deberá irse después de la salida del país de la Unión Europea.