La epidemia de opiáceos en Estados Unidos, continúa más candente que nunca y sigue provocando muertes. Según la organización National Safety Council, esta crisis cada día acaba con unas 130 personas en el país estadounidense y la sobredosis de este tipo de sustancias se ha convertido ya en la primera causa nacional de muerte evitable, superando a las caías y a los accidentes de tráfico. A día de hoy, la posibilidad de que un norteamericano muera de sobredosis de opiáceos es de 1 entre 96. El número de sobredosis letales de opiáceos ha elevado sustancialmente el número de muertes evitables en el país. En 2017, la cifra alcanzó las 169.936 muertes, un 5,3% más que el año anterior y un 96% más si se compara con el año 1992. Son los opiáceos los que han marcado la diferencia, al acabar con la vida de casi 50.000 personas en 2017, un 544% más que hace dos décadas.