Italia ha aprobado un Decreto Ley, que entrará en vigor en septiembre, que obliga a los padres a vacunar a sus hijos, y ha previsto sanciones para aquellos que no lo hagan. Con esta medida, el Gobierno espera frenar otra posible epidemia sanitaria, como la que están viviendo con el sarampión, ya que en lo que va de 2017 se han registrado 2.395 casos, de los que el 90% de los menores no estaban vacunados, frente a los 844 registrados a lo largo de todo 2016. En el caso de incumplimiento, el gobierno italiano ha estipulado multas de entre 500 y 7.500 euros, e incluso, la pérdida de la patria potestad del menor.